RECUPERAR LA NORMALIDAD

by 8/16/2016

Sé que perder una final  y tener otra prácticamente inalcanzable no es el mejor comienzo para un proyecto deportivo. La ilusión de la afición sevillista por ganar títulos es inmensa, y que la realidad te golpee en las narices molesta, y mucho. Pero las cosas hay que mirarlas con perspectiva, y sobre todo, no perder de vista el sentido común. Se ha perdido frente a Real Madrid (minuto 119) y FC Barcelona. Lo normal. Cualquier otro desenlace habría resultado completamente sorprendente. Son las 2 mejores plantillas del mundo. 

El Sevilla FC y la dirección deportiva se han volcado con un proyecto ilusionante pero también muy complejo. El juego de posición es un modelo que se nutre de conceptos que precisan mucho trabajo y mucha competición. Los jugadores necesitan conocerse, pero no solo entre ellos, sino a ellos mismos. Vienen de plantillas diferentes o de modelos de juego diametralmente opuestos. Modelos que, al fin y al cabo, determinan la forma en la que el jugador es capaz de interpretar el juego. Los jugadores han ido incorporando a lo largo de sus respectivas carreras en su "memoria táctica" una serie de conceptos que en muchos casos van en contra de lo que se les pide ahora. Un ejemplo. Si a jugador siempre le han pedido que tiene que cerrar el primer palo en ABP, y ahora se le pide que esté en el segundo, por inercia, el jugador cerrará el primer palo en multitud de ocasiones. Por que es lo que ha aprehendido. Y tienen que despojarse de ese tipo de vicios (como dijo Francisco Beltrán en SFC Radio) para cumplir con lo que se les pide ahora. Y quitar esos conceptos de esa "memoria" para meter otros requiere tiempo. Y no hay otra forma de aprehenderlo que a través de la repetición.

Pues no solo hay que despojarse de esos "viejos" conceptos y trabajar los nuevos, sino crear estructuras que faciliten ese aprendizaje. Y asumir que los conceptos no pertenecen de manera individualiza al jugador, sino que permiten relacionarlos entre ellos. Y aquí entramos en el terreno de las sinergias, de los acercamientos, de la producción de sociedades... El jugador necesita "olvidar", "conocerse", "conocer a sus compañeros" y "relacionarse", Y todas esas cosas, con la idea como vehículo. Es trabajo del cuerpo técnico ayudar al futbolista a cumplir con todas esas necesidades. 

Después de este breve, pero necesario prefacio, vamos a salirnos un poco del terreno teórico y analizar qué es hoy el Sevilla FC. El Sevilla es un puñado de buenos futbolistas con la técnica como nexo comunicativo. Jugadores que ya estaban pero que jugaban a algo diferente, y jugadores nuevos que vienen de estructuras competitivas y de modelos de juego completamente antagónicos. Se han ido jugadores importantísimos que igual podrían no resultar claves en la nueva idea (aunque Banega y Gameiro serían activos centrales del modelo), pero que han hecho que el equipo pierda fuerza competitiva y cierta identidad. No ha sido una transición pausada, sino un todo o nada. Y es normal que eso genere dudas e inestabilidad. 

Photo by Aitor Alcalde / Getty Images
Queda muy claro que por el perfil de jugadores que se han fichado, el Sevilla FC va a querer siempre la pelota. Pero esto no se trata de un canto al amateurismo ni de una oda al fútbol bonito. Esto va de que el cuerpo técnico entiende que la mejor forma de que este equipo se desarrolle es con la pelota como punto de partida. Y lo interesante de todo es que el Sevilla, en estas dos finales, se ha sentido más cómodo sin balón que con él. Tenía la pelota pero no eran posesiones de calidad. La altura a la que se tenía no hacía daño, y la naturaleza de los pases no batían prácticamente una sola línea de presión, El equipo se desorganizaba con balón, porque no lo tenía en buenas condiciones, y no era capaz de desorganizar al rival. De ahí que cada pérdida fuese un drama. El rival atacaba de forma organizada a un equipo completamente desorganizado.
Frente al FC Barcelona, el equipo se encontró más cómodo en presión alta y robo rápido porque, de alguna manera, reducía el tiempo de organización -que alcanza el máximo de complejidad. No es fácil mover rivales-. Cuando redujo la altura de la presión, los balones llegaban a Messi en situaciones de ventaja y ahí se acabó todo. El mejor futbolista del planeta la recibía a 50 metros del área y dibujaba sin descanso la diagonal a la espalda del lateral derecho sevillista con una precisión milimétrica -concepto que ya analizamos en profundidad en Sevilla Scouting-. Fue el único momento en el que el Sevilla dejó de competir en las dos finales.

Aquí no se trata de si jugar bien es más importante que ganar. No hablamos de prioridades. La victoria es la aspiración de cualquier modelo. El Sevilla ha escogido este para llegar a ella. Y ya les adelanto, no será fácil. Se necesita mucho trabajo, mucho compromiso y mucho talento para que el modelo de juego tenga éxito. Y tiempo, también el suficiente, para que todo fluya. Y, sobre todo, también se necesita recuperar la normalidad. Que competir y perder ante los dos mejores equipos del mundo no sea considerado un fracaso.

AND THE OSCAR GOES TO...LEO MESSI

by 8/13/2016

El FC Barcelona no es, al menos en este 2016, el equipo de antaño. Tiene problemas muy marcados a los que no ha sido capaz de encontrar solución. Pero también tiene al mejor jugador del mundo, y eso lo condiciona todo. A medida que pasan los años, los jugadores tienen que adaptar sus recursos a su evolución física. Ejemplos hay cientos de futbolistas que han cambiado su rol, porque no pueden hacer con 28 lo que hacían con 22. Cambian las alturas de sus recepciones, la naturaleza de sus carreras y las zonas de influencia. Todo para seguir en la máxima élite. Y el ejemplo más fiel de esta realidad es Leo Messi. 

LEO MESSI, EL DIRECTOR DEL BARÇA

Que Leo Messi iba a terminar atrasando su posición era una de esas cosas que se dan por supuestas. El momento llegó, y el Barça se construye a partir de ese movimiento. Ya no solo acelera la jugada, sino que hace que nazca. Ya sabíamos que su lanzamiento en diagonal era un pase bastante productivo, pero antes lo pegaba a 15 metros de la portería y ahora es capaz de hacerlo a 50. Messi tiene libertad para recibir la pelota donde quiera, pero sus zonas habituales de recepción son 2. De una parte, la banda derecha. No tiene a Alves como potenciador, y eso resta. pero le basta y le sobra con su poder de atracción para hacer productivo el movimiento. 


Leo Messi parte, en el 90 % de las veces. desde la banda derecha. Recibe a una altura muy alejada del área, concentra un importante volumen de marca a su alrededor, atrae, y se prepara para lanzar su balón largo diagonal. En la anterior imagen, el extremo izquierdo -Arda Turan- rompe hacia el primer palo para arrastrar la marca del central. A su espalda, deja un espacio inactivo que habilita la ruptura del lateral izquierdo blaugrana. 


En la imagen anterior, se mete por dentro, Luis Suárez y el extremo izquierdo se colocan en posiciones centrales, concentrando el bloque defensivo del rival por dentro y habilitan la ruptura del lateral izquierdo, que llega en carrera a activar el espacio a espaldas de la línea defensiva del Celtic. Messi vuelve a hacer uso de su diagonal. 


El centro es otra de sus zonas de recepción más habituales. Siempre escorado a banda derecha para aprovechar su pierna buena. El ataque del FC Barcelona se estrecha y se abre en función de las conducciones de Leo Messi. En la siguiente captura. y en la anterior, permanecen todos en posiciones muy centradas. A medida que la conducción avanza, empiezan las rupturas dentro-fuera para habilitar pase picado a la espalda de la línea defensiva. El objetivo es dividir el sistema y generar oportunidades de profundidad. 


No terminaremos aquí nuestras reseñas a la influencia de Leo Messi en el juego del FC Barcelona -es inevitable nombrarlo en casi todos los conceptos que se desarrollan en el Barça-. Pero es momento de hacer una pausa para asimilar el contenido. Analicemos por un momento la situación. El FC Barcelona genera infinitas ocasiones de gol con su crack recibiendo la pelota a 50 metros de la portería, solo aprovechando su lanzamiento diagonal. Todo eso sostiene el argentino. El FC Barcelona tiene director, y se llama Leo Messi. Y no crean, bien se merece un Oscar. 

PD: Photo by Alex Caparros / Getty Images.

ANÁLISIS TÁCTICO DE LA SUPERCOPA DE EUROPA

by 8/10/2016

No encontrarán consuelo en nada que pueda decirles, porque perder, y más en esas circunstancias, genera una importante debacle emocional en el aficionado. Pero precisamente aquí queremos despojarnos de la bufanda y hablar del juego, y el partido de ayer dejó un par de lecturas, ninguna definitiva, sobre el camino de Jorge Sampaoli en el Sevilla FC. Hace unos días realizamos una breve reflexión sobre la pretemporada sevillista, con los aspectos más destacables y los defectos más determinantes -no por ello inesperados-. Y concluíamos en que un modelo de tanta complejidad, que depende tanto de que los jugadores sean capaces de sentirlo, de que los conceptos se conviertan en hábitos, necesita mucho tiempo. Y que la evolución de ese modelo de juego vaya de la mano del máximo ideal del fútbol: competir. El Sevilla no está obligado a ganar, sino a competir. 

PRESIÓN A LA SALIDA DE BALÓN SEVILLISTA

Zidane había visto la pretemporada del Sevilla, qué duda cabe. Es su trabajo. Conoce los defectos en salida de balón, la ausencia de superioridades en línea defensiva, la dificultad de los centrales para dividir la presión mientras avanzan, la falta de apoyos de los interiores en un escalón más bajo y el juego de pies de Sergio Rico. Y ante todas evidencias, el entrenador francés mandó a su equipo a presionar muy arriba. Tan arriba como muestra la siguiente imagen, con Sergio Rico encimado por dos jugadores, los centrales sevillistas muy separados y el Real Madrid con superioridad y ventaja posicional. El Sevilla tenía la pelota, el Madrid los espacios. 


Esa superioridad del Real Madrid generaba contextos muy negativos al Sevilla en salida y profundizaba sobre los defectos del equipo nervionense. Centrales abiertos y mediocentro sin acudir al apoyo. Es como intentar la Lavolpiana y quedarse a medias. 


Quizás Sampaoli lo sabía y por eso apostó por Iborra en el centro del campo, como una posible solución a esos defectos de salida en corto para buscar cambiar la altura de las primeras recepciones. Iborra es una garantía para salir en largo. Pero en la salida en largo también se encuentran dos problemas. El primero es el juego de pies de Sergio Rico. Salir en largo te obliga a ser preciso. Y el segundo es que ninguno de los interiores se acercaba a Iborra para habilitar las recepciones. 

El Sevilla no tiene lanzadores desde atrás. Salvo Pareja, ninguno de sus otros acompañantes es un especialista en el rango de pase. Carriço conduce y conduce pero se siente cómodo con balón y rara vez está acertado en la toma de decisiones. Además de jugadores que batan líneas también faltan apoyos inteligentes. Al Sevilla le faltó escalonamiento, un concepto importantísimo en el juego de posición. Si los posibles receptores se encuentran todos en línea estás facilitando la presión rival y tapándote a ti mismo una línea de pase. 


SEVILLA MUY LINEAL: KIYOTAKE VS HORIZONTALIDAD

Como decíamos un poco más atrás, al Sevilla le faltan pasadores que batan líneas de presión, pero también apoyos inteligentes que produzcan esas líneas abiertas. Se llenó de apoyos horizontales que no giraron al Real Madrid una sola vez. De eso trata todo esto, de conseguir que el equipo rival se desorganice (o más bien desorganizarlo), mire a su propia portería y se consiga encontrar la profundidad que te acerque al gol. 


Kiyotake fue un oxígeno para un equipo que se asfixiaba con balón. El problema es que le faltó constancia -pretemporada- en los apoyos. Y esa situación no era la habitual. El Sevilla seguía lineal y con un juego muy plano y horizontal.


El Sevilla tenía a su doble pivote fijado -con enorme facilidad- y con una distancia entre el primer escalón y el segundo insalvable. Y entre medio, hasta 5 jugadores del Real Madrid. El Sevilla se partía en dos con la pelota y el Madrid se aprovechaba de las circunstancias para asentar su dominio posicional. 



SAMPAOLI ACERCÓ AL MUDO AL ÁREA, EL SEVILLA ADELANTÓ METROS

Lo ha comentado Abel Rojas en su siempre certero análisis en Ecos del Balón. El cambio de Sampaoli de Vietto (se hartó de lanzar apoyos pero nunca lograron conectar con él) por Konoplyanka fue uno de los puntos sobre los que se asienta la mejoría del Sevilla en la segunda mitad. El Sevilla empujó al Madrid a su propia área. Y eso tuvo varios condicionantes. El primero es que Varane y Sergio Ramos tuvieron que retrasar sus posiciones -se sienten mucho menos cómodos cuando defienden en área propia-. El segundo es que Vitolo comenzó a estar activo y metía al Sevilla en campo rival en conducciones. Y el tercero es el Mudo Vázquez, que se acercó al área y juntó a todos.


Esos cambios posicionales generaron desequilibrio en el Real Madrid. El Sevilla se instauró en campo contrario, verticalizó un poco el pase y rotó constantemente en la figura del 9. Los centrales perdían referencia y surgía la imprevisibilidad. El problema es que faltó último pase y un jugador de rupturas constantes a la espalda de esa línea defensiva. 


Es un modelo complejo y la falta de profundidad es un mal endémico en pretemporada en los mejores equipos del mundo -así que imaginaos en aquellos que apenas se están construyendo-. A pesar de eso, se perdió una final frente al Real Madrid por errores puntuales, no por falta de eficacia del sistema -cuyo desarrollo tiene que pulirse muchísimo. Sacar conclusiones a 10 de agosto para un equipo que recién empieza es poco menos que exagerado. Lo realmente importante es que se compite, y que a pesar de todos los errores, el equipo sigue evolucionando. 

ANÁLISIS: EL REAL MADRID DE ZIDANE

by 8/08/2016

Llegó la hora. La pretemporada se echa a un lado y deja paso a la máxima competición. El pentacampeón de Europa League se mide al once veces campeón de la Copa de Europa, el Real Madrid. La falta de ritmo de competición no evitará que podamos disfrutar de un espectáculo único con el fútbol como protagonista y la pelota como nexo comunicativo entre dos formas completamente distintas de entender el juego. 

Que el Real Madrid ganase la Champions League 2015-2016 no es solo fruto del indiscutible azar en sus emparejamientos. A la sombra de esa conclusión apresurada se esconde un equipo con carencias pero que se construye sobre unos principios muy sólidos. El Real Madrid de Zidane no es simplemente un buen puñado de futbolistas, sino una máquina competitiva a la que aún le falta perfeccionarse pero que tiene muy clara su línea de trabajo. Quizás no evoluciona de acuerdo a los parámetros que son habituales en la construcción del modelo, y tiene algunas deficiencias muy marcadas, pero el equipo se está educando en la victoria y ese es el bálsamo del tiempo.

LUKA MODRIC: EL SOSTÉN DEFENSIVO

Parece mentira que podamos colocar como sostén defensivo a un jugador de un perfil tan exageradamente asociativo. Luka Modric se ha convertido, por derecho propio, en el jugador más importante en el sistema de juego del Real Madrid, y no solo por la cantidad de ventajas que es capaz de generar con balón o por las sociedades que se construyen a su alrededor, sino por su talento a la hora de interpretar las zonas a las que debe viajar cuando el Real Madrid transita de ataque a defensa o defiende en posicional. 


En la imagen anterior se observan varios de los conceptos que aplica el Real Madrid en su fase defensiva. Línea defensiva adelantada, preparada para el achique (la baja de Pepe será importante en la lectura del espacio defensivo a la espalda) y muy cerrada. Modric cerrando con Casemiro en doble pivote. La siguiente secuencia de imágenes pertenece a una jugada en la que trascurren a penas unos segundos de una imagen a otra. 

En la primera de ellas, pueden verse a los extremos muy centrados -focalizando su contribución defensiva a las coberturas a banda-, líneas defensivas juntas, una defensa muy alta y proyectada hacia el achique defensivo y a Luka Modric acudiendo a la presión sin descuidar el cierre de una línea de pase a  su espalda -no son menos de 3 veces las que mira hacia detrás, pendiente de la situación del jugador rival-. 



Unos segundos más tardes, una vez que el Bayern ha superado esa primera línea de presión, Luka Modric, y por ende el Real Madrid, pasan de una defensa activa a una reactiva. El croata retrasa varios metros su posición, cerrando como mediocentro e instaurando un doble pivote en fase de defensa organizada. Los extremos permanecen centrados, estableciendo un bloque central que pretende empujar al rival hacia banda para activar el robo lateral. La línea defensiva sigue adelantada y achicando, empujando al rival lejos del área. 


No solo acude a la presión y después cierra para evitar la sangría defensiva, sino que también es capaz de quedarse para que sea Casemiro el que adelante su posición y busque el robo un poco más arriba. 


MARCELO EN CAMPO RIVAL COMPENSA EL PELIGRO DE SU ESPALDA

He visto pocos laterales ser tan protagonistas en una organización colectiva. Daniel Alves, Roberto Carlos y pocos más. Marcelo está en el Olimpo. Su importancia en el Real Madrid traspasa las fronteras de su zona. Las dificultades en salida en corto -el bloque Ramos - Casemiro obliga a mirar hacia arriba- son habitualmente solventadas por su habilidad en el regate y su talento asociativo. 

Al Real Madrid le interesa tener a Marcelo en campo rival, porque exceptuando a Luka Modric, no tiene a otro jugador en la plantilla capaz de absorber tanto volumen de juego -quizás Isco-. Hemos hablado muchas veces de la importancia de tener esos segundos de más la pelota para avanzar. Marcelo es la progresión del juego del Real Madrid cuando fallan las alternativas de pase. Ante sistemas defensivos cerrados, el abrelatas, que no tiene problemas en buscar el regate y superar líneas de presión con una facilidad increíble. 

Su zona de recepción es muy alta, y su capacidad para asociarse suponen una fuente inagotable de oportunidades. 


La conducción y el regate de Marcelo son de primerísimo nivel. Es capaz de solventar situaciones con balón impropias de un lateral. Para el Real Madrid es oxígeno en campo contrario, y gestión increíble de todas y cada una de las relaciones asociativas que nacen en cada jugada, 


Toda esa aportación a nivel organizativo genera un inevitable déficit atrás. Marcelo ni es perfecto ni incombustible. Su espalda suele ser atacada con bastante frecuencia y tiene dificultades enormes para cerrar el segundo palo, una de las vías de perforación que podría aprovechar el Sevilla en su enfrentamiento al Real Madrid. 


ENTRE EL ROMBO INTERIOR Y LAS BANDAS ASIMÉTRICAS

Las ausencias de Cristiano Ronaldo, Gareth Bale o Toni Kroos condicionan enormemente el sistema. Es evidente que todas ellas obligan a cambiarlo todo, y que el Real Madrid que veamos mañana será muy distinto del que veamos en la temporada 2016-2017. Por eso los partidos de pretemporada, al margen de que el ritmo es muy bajo, se han convertido en un punto de partida de nuestro análisis, porque nos han permitido observar cómo juega el Real Madrid con diferentes piezas -además de otros partidos en los que se repiten ausencias como las de Cristiano Ronaldo-. 

Y el rombo interior es un movimiento curioso de la fase ofensiva del Real Madrid, que pretende, entre otras cosas, facilitar la activación de los laterales en campo rival. 


Aunque el rombo interior tiene algo malo, y es que a veces aleja a Luka Modric de la zona de aceleración de la jugada y lo relega a un escalón más abajo. Sin embargo, tal como recoge la imagen, siempre tiene una asociación activa -con Marcelo, en este caso concreto- y cierra como perfil más defensivo -otra muestra más de su importancia en esa fase del juego-. El concepto no es nuevo y se aplica en función de las necesidades y también de las ausencias (Cristiano Ronaldo). 


El comportamiento de las bandas del Real Madrid rezuma una asimetría bastante acentuada, aunque se muevan entre esos dos conceptos. La asimetría lateral genera muchísimas situaciones de ventaja en la banda contraria en la que el extremo está abierto. Lateral + extremo abiertos, sensación de ataque por banda, extremo de banda contraria arrastra hacia dentro -equipo rival basculando a un lado- y producción de aclarado al lateral. En la siguiente imagen vemos cómo Bale y Marcelo abren banda por lado izquierdo, Lucas Vázquez arrastra hacia dentro y aparece un espacio que activa Carvajal en carrera. 


Y esa situación se produce, indistintamente, en ambas bandas y con cierta coordinación. En la siguiente captura es Bale quien centra su posición y Lucas Vázquez abre el campo en banda derecha. El arrastre de Bale habilita a Marcelo un espacio que el lateral brasileño se apresura a activar. Modric, generalmente, es quien gestiona los cambios de orientación con precisión milimétrica.



REAL MADRID: ¿1-4-4-2 ó 1-4-3-3?

Las ausencias obligan a cambiar ciertos patrones colectivos y a buscar nuevas oportunidades de generar juego. Una vez que las bajas de G. Bale, Cristiano Ronaldo, Pepe y Toni Kroos están confirmadas, a lo que se suma la duda de que Karim Benzema pueda jugar de inicio, empiezan a surgir en la cabeza las posibles alternativas. 

De una parte está la idea de que el Real Madrid pueda jugar un 1-4-4-2 con Casemiro y Modric por dentro, Lucas Vázquez e Isco de "extremos" y Morata en punta con Benzema o con la posible incursión de James Rodríguez por detrás del 9. Y de otra, la opción de un 1-4-3-3 con Casemiro, Modric y Kovacic en segunda línea y Lucas Vázquez, Isco y Morata en la última, lo que vería mucho más factible. El Sevilla tiene jugadores lo suficientemente capaces de generar superioridades por dentro, y no puede ni va a pasar inadvertido para el cuerpo técnico del Real Madrid, que bien podría reforzar el carril central con un hombre más, aunque la tendencia en transición defensiva sea la de estrechar el equipo. La mejora en el juego de apoyos de Morata le vendrá genial al Real Madrid para desarrollar ese característico juego asimétrico en banda. 

Sean cuales sean las decisiones, el césped dictará sentencia. Primera prueba de fuego para Sampaoli. ¿Pasará con nota?

ANALISIS BEN YEDDER : UN 9 QUE OFRECE SOLUCIONES

by 8/01/2016

La Ligue 1 francesa es un campeonato especial. Sin embargo, el hecho de que desde que el acceso por televisión al fútbol europeo es relativamente factible en España sea una competición dominada con tiranía, le resta acercamiento al consumidor medio de fútbol de nuestro país. Primero Lyon, con sus siete ligas consecutivas, y actualmente el PSG han tiranizado una competición en la que se sabía-y se sabe- quién va a ser el campeón casi antes de que esta comience. La Premier o la Bundesliga han ofrecido en los últimos 15 años muchos más alicientes para el espectador español que cualquier otro campeonato fuera de nuestras fronteras.

A pesar de ello, es una liga donde aparecen en cada rincón del país futbolistas que dan un gran rendimiento fuera del Championat, en otras competiciones mucho más poderosas desde el punto de vista económico. Monchi, como director deportivo del Sevilla, vio allí un potencial mercado en el que obtener jugadores de calidad a un precio bastante competitivo para el rendimiento ofrecido. Cierto es que la Premier también puso sus ojos allí y ello produjo que cada vez resulte más complicado encontrar un mirlo blanco al que fichar. Pero el gurú sevillista no ha dejado de sondear a fondo el campeonato galo para confeccionar sus plantillas, dando la mayoría de las veces con la tecla adecuada para lo que el club de Nervión necesita.

Bajo esas premisas, el último llegado desde Francia a la plantilla del Sevilla FC es nuestro protagonista hoy, Wissam Ben Yedder. Un delantero de poco nombre para el espectador neófito en fútbol francés, pero de reconocida reputación en el campeonato galo. 60 goles en cuatro temporadas a las que hay que sumar 20 asistencias, suponen una carta de presentación muy interesante. Más aún si se hacen en un club de los poco poderosos en el Championat actual, de carácter mediocre y cuyas aspiraciones clasificatorias no son demasiado elevadas.


Lo primero que te llama la atención del ex del Toulouse es el domino que presenta en ambas piernas, lo cual lleva a preguntarte si es un jugador zurdo o diestro. Conduce y desborda más con la izquierda que con la derecha, pero en las acciones definitorias-las que conducen al gol- la derecha se muestra como su pierna “dominante”. Mete más goles con la diestra que con la zurda, e incluso las situaciones a balón parado-lanzamientos de falta y penaltis – los realiza con la pierna derecha. Por  ello no podemos dejar de decir que desde Adriano no se veía a un jugador con un dominio tal de ambos pies en Sevilla-siendo incluso su condición de ambidiestro superior a la del brasileño-.

Este domino de ambas piernas se traduce en que puede aparecer en cualquier parte del frente del ataque de manera indiferente y tener salida en el desborde por ambos perfiles, aunque-como comentamos con anterioridad-en los regates y conducciones prioriza la utilización de la pierna izquierda. Otro aspecto que le otorga la posibilidad de golpeo con ambos pies es su capacidad de resolución. Podemos decir que Wissam es un muy buen definidor delante del portero rival, buscando preferentemente la diagonal al palo largo pero con el disparo raso. Obtiene la gran mayoría  sus goles ajustando su remate a la base del poste indistintamente con ambas piernas y con preferencia al palo largo, no por ello dejando de lado la definición al corto si el portero rival no lo protege.

Otro aspecto importante desde el punto de vista físico-técnico es su velocidad en el giro cuando recibe de espaldas. Cierto es que no se pega excesivamente a sus rivales para fijarles la posición, sino que tiende a evitar ese contacto de espaldas, pero cuando recibe de cara a su portería, la velocidad con la que se da la vuelta es bastante llamativa. Eso hace que sus desmarques de apoyo sean muy productivos y que no busquen una devolución a un compañero que juega de cara, sino su propio giro para perfilarse a portería rival.

A partir de ahí busca el desborde, donde tiene un muy buen manejo del regate desde parado, o la asociación en corto principalmente para acompañar o tirar paredes. Su rango de pases no es muy largo, prefiriendo asociarse con compañeros cercanos. Donde tampoco llama la atención es en la conducción por velocidad. Tiene desborde, sí, pero no es un delantero de recorrido amplio con balón, prefiere asociarse. De ahí que al contragolpe no sea un futbolista de esos que están capacitados para sacar a su equipo de la cueva a través de una carrera con balón ni recibiendo, girando y habilitando a un compañero alejado con un pase preciso. Su juego es mucho más productivo cuando no entra en contacto con el esférico que con él cuando está alejado de la portería rival.


Porque correr sin  la pelota, corre mucho. Ben Yedder es un futbolista muy sacrificado cuando su equipo tiene la posesión del esférico, de esos que barren el frente de ataque para liberar espacios para la llegada de la segunda línea. Tira indistintamente desmarques de apoyo o de ruptura, aunque en bastante mayor número al espacio buscando portería rival. Sin embargo aquí también presenta otro de sus defectos principales, cae en exceso en fuera de juego. Esto se debe a que no es tan rápido en arrancada como pudiera parecer y a que su orientación en la jugada tampoco es la adecuada. Se le puede ver tirar desmarques horizontales, de esos que dan tiempo al poseedor del balón a verlo y filtrarle el pase profundo, pero es bastante agresivo atacando la línea defensiva rival, por lo que pica más verticalmente de cara a portería.  Además le falla algo el timing de arrancada porque prioriza mirar al compañero que le va a dar el pase que a la situación de la defensa rival, y eso le deja en offside más veces de las que debiera.

Este es un aspecto de mejora bastante claro en su fútbol, porque si desarrolla una mayor capacidad para saber el momento adecuado del desmarque, con su potencia  y calidad en la protección del balón-al manejar el balón con ambas piernas y así alejarla del rival con su cuerpo-y su capacidad de definición se puede convertir en un auténtico puñal para las defensas rivales adelantadas, obligando a tener que vigilar su desmarque de ruptura.

Ese continuo nervio para tirar desmarques y estar casi siempre en movimiento en todo el frente de ataque convierten a Ben Yedder en un delantero que ofrece al equipo profundidad y amplitud, es decir,  genera tiempo y espacio en el ataque organizado o proporciona una opción de pase profundo al compañero que lleva el contragolpe. Sin balón es un futbolista con una enorme capacidad para ofrecer soluciones a su equipo, mientras que con balón tiene un primer desborde muy interesante y una resolución de cara a portería muye elevada.

Aquí es donde su encaje en el Sevilla parece muy interesante. La configuración de la plantilla sevillista presenta muchos jugadores asociativos, con visión de juego pero con predominio de los desmarques de apoyo y las recepciones al pie. Tener por delante de ellos un compañero que empuje a las defensas rivales o que las abra-en menor medida, porque Ben Yedder prefiere picar a portería que hacerlo a la espalda del lateral rival-y que además te proporcione una opción de pase a la espalda de la defensa contraria es una bendición para el poseedor del balón. Wissam compensará con sus movimientos aquellos espacios que deben ocupar compañeros que, por sus características, tienden a abandonar para estar cercanos a la pelota.

El ex del Toulouse llega a Sevilla para intentar permitir que todo el caudal de juego en posesión de balón que atesora la plantilla tenga un mayor punto de fluidez a través de su sacrificio sin balón. Esto Ben Yedder lo aceptará con gran agrado, puesto que en Francia ya lo ha hecho y el rédito obtenido por ello ha sido alto, muchos goles. Los mismos que su nueva afición espera ver de él, toda vez que parece claro que sus días de segundo delantero lugarteniente han podido pasar a mejor vida. Wissam ya es un nueve de los que matan. Y le toca refrendarlo en Sevilla. Así lo esperamos.
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