LUCIANO VIETTO, EL 9 CENTROCAMPISTA

by 7/30/2016

Las ventas de Ciro Immóbile y Kevin Gameiro, a la Lazio y al Atlético de Madrid respectivamente, habían dejado huérfana la zona del 9, a la espera de encontrar salida a Fernando Llorente. El Sevilla, como siempre que se ha enfrentado a este tipo de disyuntivas, ha actuado con rapidez y ya incluso ha jugado su primer partido Luciano Vietto, el 9 de Jorge Sampaoli, sin olvidarnos de la contratación del franco-tunecino Ben Yedder. Puestos los necesarios preámbulos, vamos a hablar del joven jugador argentino y de lo mucho y bueno que puede aportar al Sevilla FC.

No queremos ser redundantes con el estilo, pero asentados los primeros principios del Sevilla de Sampaoli, se me ocurren pocos delanteros que encajen mejor en el modelo de juego en ciernes de este nuevo Sevilla. Vietto está muy lejos de ser un delantero de área, o al menos de estar encasillado en ella. Su zona de influencia empieza 20 metros atrás. Aunque se diga por activa y por pasiva, no es ni remotamente parecido a Kevin Gameiro. El francés es un jugador que domina a la perfección la ruptura, mientras que Vietto es delantero de apoyos. Baja, se ofrece entre líneas y descarga. En un equipo que pretende un ataque organizado la figura del jugador argentino se antoja vital para sacar a la defensa de su sitio y esperar la entrada de jugadores de segunda línea. E incluso puede combinar a la perfección con Ben Yedder -al que analizaremos también en Sevilla Scouting- al ser este un jugador que tiende mucho más a la ruptura.




Esa tendencia a bajar al centro del campo está muy relacionada con sus otras fantásticas condiciones. Luciano Vietto baja, recibe, descarga -previo paso de fijar marca, importantísimo en el juego de posición- y después rompe hacia delante. Llega en sorpresa al área y genera desequilibrio interior. No siempre, eso sí, es esta su respuesta ante los ataques posicionales.


Tiene talento para lanzar el desmarque y romper a portería. Y también para decidir en qué momentos debe hacer una cosa y qué momento otra. En una misma jugada puede ofrecer su apoyo para marcar el camino por el que se debe transitar, combinar e inmediatamente romper hacia delante para buscar la espalda de la línea defensiva.



Buena prueba de ese juego de apoyos y descargas en recepciones entre líneas, o el buen manejo del juego cuando recibe de espaldas la encontrarán en el siguiente vídeo elaborado por SEVILLA SCOUTING. Constante participación en los ataques y transiciones ofensivas de su equipo.





Pero además de ser un delantero que preferentemente apoya, también sabe buscar la espalda. Luciano Vietto se maneja de forma sublime en el área. No nos referimos a la definición, uno de los puntos en los que el jugador argentino tiene mucho margen de mejora, sino a su capacidad para encontrar el espacio para el remate, especialmente en el punto de penalti. Sabe cuándo ir al primer palo, cuando esperarla en el segundo o cuando aguantar y rematar desde más atrás. Maneja a la perfección esos conceptos y sabe cuando aplicarlos. Es lo que más sorprende de un futbolista tan joven, que sus capacidades van mucho más allá de la técnica o el físico. Vietto sabe interpretar el juego.


Es capaz de dibujar el desmarque incluso antes de la recepción de su pasador. En estas dos imágenes podemos disfrutar de su fantástico movimiento. Rompe hacia delante y consigue encontrar el espacio que hay entre los centrales para enfilar portería. 


En el siguiente vídeo podrán visualizar este tipo de situaciones con la perspectiva del movimiento. Milésimas de segundos que son suficientes para darse cuenta del trabajo sin balón de Vietto y de su interpretación del juego.


No es un jugador sin errores. Hemos comentado más atrás que, si bien se desmarca de maravilla, tiene defectos en la definición. En el Atlético de Madrid le faltó algo de potencia a la hora de arrancar, y por eso sus movimientos tenían menos efectos positivos. Necesita recuperar ese punto físico para ser determinante con y sin balón. El Sevilla FC ha firmado a un jugador excepcional, con un talento brutal para ser parte de este sistema.  Siente ese juego que proyecta Sampaoli. Solo queda esperar su rendimiento y disfrutar. 

DAR TIEMPO AL TIEMPO

by 7/29/2016

Es difícil pedir tiempo en el fútbol, pero el futuro de cualquier proyecto depende de la paciencia que puedan disfrutar quienes los crean, y de la que puedan otorgar quienes sean los encargados de rendir cuentas y responsabilidades ante el verdadero motor de un equipo, su gente. Sevilla es una ciudad que todo lo vive intensamente, y tan rápido se emociona contigo como te crucifica, pero hay que saber medir los tiempos.

El Sevilla FC se ha lanzado a una nueva idea, arriesgada y comprometida con ciertos conceptos que, para su correcta aplicación, precisan de coordinación, entrenamiento y competición. Se han firmado perfiles que sienten esa idea, pero el fútbol no es tan sencillo como poner a los buenos. Se viene de una época en la que se jugaba a algo completamente distinto, y con cambios drásticos en la configuración de la plantilla. Un modelo de juego es mucho más que la suma de individualidades. El todo es más que las partes. Se trabajan principios, se generan contextos y se establecen sinergias. Se fichan perfiles parecidos porque se acortan los procesos de adaptación. Porque el fútbol, en gran medida, se basa en crear organizaciones en las que cada uno sepa lo que tiene que hacer y lo que hace el compañero, a fin de que sean capaces de compartir una determinada forma de jugar y sentir el juego. El resultado de lo que ven es fruto de un trabajo de creación y modelación que lleva meses y que está muy lejos de ser automático. Se trata de convertir ideas en hábitos, y eso necesita tiempo.

Y asumiendo el tiempo que se necesita para construir el modelo, que no es poco, el equipo se encuentra en la fase inicial. Prueba y error. Es importante que se gane mientras se define, porque el resultado es, nos guste o no, lo que da garantía a una idea. Avanzar mientras se gana es el mayor regalo para la evolución colectiva. Es tiempo para trabajar sin la presión del resultado, para dar forma a la idea. Ganar no siempre indica que vayas en las dirección correcta, pero al menos te permite tiempo para encontrar el camino. Y hay que ser lo suficientemente inteligente y honesto para saber qué es consecuencia del juego y qué fruto de la calidad individual. Si importante es saber por qué se pierde aún lo es más saber por qué se gana y no otorgar razones equivocadas a la victoria.

Al Sevilla volvió a costarle construir desde la defensa organizada. Es normal, llevan años sin hacerlo y los miembros de esa línea no han cambiado. No es fácil cambiar las costumbres, y menos aún con jugadores que no han sentido nunca esa idea, al margen de Nico Pareja, alumno aventajado del equipo. Y ese es el primer objetivo del cuerpo técnico, que el vestuario crea en la idea. Y creer no es simplemente estar de acuerdo, es sentir. Asimilar todo el contenido táctico y convertir lo que ahora parecen mecanismos en fase de iniciación, imperfectos, en hábitos que se desarrollen de forma inconsciente. Así es como se consigue el éxito. La meta es sentir el juego.

Vimos a Sergio Rico intentando, aún sin el convencimiento de lo que hacía, salir en corto. Son los primeros pasos para que lo mecánico se transforme en instintivo, partiendo de la base de que la mejora técnica, que puede llegar, nunca va a terminar de suplir una realidad: no es ese tipo de portero ni lo han "educado" de esa forma. Carriço y Kolo hacían lo que podían, pero no consiguieron dividir nunca ni filtrar entre líneas, y eso es clave para articular el juego desde atrás. Kolo volvió a estar impreciso. Lo intenta, pero sus pérdidas generan situaciones de peligro que pueden ser determinantes con rivales de nivel medio-alto. Atrás no llegan los apoyos. Kranevitter fija, pero le cuesta ofrecerse. Ni N´Zonzi ni Iborra bajaron a los costados para abrir la línea de pase. N´ Zonzi no es ese tipo de futbolista. La altura de sus recepciones va a determinar su influencia en la progresión del juego. Él no debe ser el primer receptor. Hace falta alguien que baje y "obligue" al apoyo a Kranevitter, un interior de posesión -perfil Parejo- que vaya a la base de la jugada y no retrase a N´Zonzi 10 metros, para permitir al francés recibir más adelante, donde es un maestro a la hora de encontrar el espacio.

Al margen de todas esas carencias, es evidente que la intención es construir una salida elaborada. Si no hay interior receptor en la base se necesita más si cabe que los centrales salgan en conducción y consigan producir ventajas. Ninguno consiguió hacerlo, y el Sevilla lo notó. Cuando el rival presionaba alto ni los centrales conducían ni el mediocentro bajaba para generar superioridad ni los interiores se ofrecían por delante. Hemos hablado muchas veces de la idea de integrar el juego posicional con un ataque más vertical para encontrar esa nueva versión del juego que nos muestra Sampaoli y que tanto trabajo necesita. Los de arriba encuentran bien la profundidad, pero falta talento para llevarles la pelota y que reciban de cara. Cuando pesaban las piernas el equipo se pausó más en salida, pero el Mainz ya no presionaba tanto y los espacios no se creaban, sino que se administraban. Por eso no es fácil valorar la evolución que hubo en la creación en la segunda mitad, porque nacía más por la falta de presión que por la capacidad de desorganizar.

Las sociedades se van generando y los jugadores poco a poco se están encontrando, con los compañeros y consigo mismos, que de eso trata todo esto. Konoplyanka activo -menos, eso sí, porque le faltó Correa para recibir apoyo por dentro-, Kranevitter defendiendo muy alto y facilitando el robo arriba -excepcional su trabajo "defensivo", silencioso líder que permitía al resto organizarse 30 metros más cerca del área- y N´Zonzi produciendo y dinamizando los ataques.

El camino es largo, y habrán piedras, pero el equipo empezará a sentir. Y cuando sientan lo que hacen el juego será más fluido. Paciencia, apenas empiezan a conocerse. 

FRANCO VÁZQUEZ: SEGUIR POTENCIANDO LA IDEA

by 7/24/2016

El Sevilla FC de Jorge Sampaoli sigue perfilándose para la temporada 2016-2017. Después de los fichajes de Pablo Sarabia, Hiroshi Kiyotake, Matías Kranevitter, Jorge Correa y Paulo Henrique Ganso, le ha tocado el turno a Franco Vázquez, el "mudo". Como venimos comentando en todos los análisis que hemos realizado hasta el momento, la técnica es el hilo conductor. Jugadores de perfil asociativo, con buen rango de pase -especialmente en espacios cortos- y talento para ofrecerse por delante de la línea de balón. La dirección deportiva se ha volcado con Sampaoli y está brindando al técnico argentino los instrumentos necesarios para desarrollar su idea de juego.

Y dentro de esa idea, tan sugerente como arriesgada -aunque más arriesgado sería ir en contra de la naturaleza de tus futbolistas-, Franco Vázquez se adapta como anillo al dedo. Estoy convencido de que lo primero que hicisteis muchos de vosotros -los que no lo conocíais- cuando salió el interés del Sevilla por el italo-argentino fue entrar en Youtube y poneros un vídeo de highlights. Y sé que la experiencia fue estimulante. Vázquez es un jugador impactante a nivel visual. Estético, buen control y giro, una carrera pesada que parece una foto en movimiento y un desborde a la altura de los mejores prodigios de la técnica. 

Y esa condición técnica en el regate es una de sus principales virtudes, que no la única. En un fútbol en que los espacios ya no se administran, sino que hay que crearlos, tener jugadores que sean capaces de juntar a dos o tres -fijar- a su alrededor y conseguir marcharse por desborde -dejando esas dos/tres marcas atrás- es oxígeno para el equipo. Son líneas de presión superadas, equipo rival desorganizado, compañeros instaurados en campo contrario y ventajas para romper el sistema defensivo. E incluso en situaciones en las que no se decide por el desborde es un jugador que aglutina marcas a su alrededor, y eso siempre genera oportunidades al resto, y más aún si cabe en un equipo que va a practicar el juego posicional y que entendemos que va a tener la pelota más tiempo que el resto. Es un jugador que absorbe posesión, que garantiza tenerla y en zonas muy avanzadas del campo, y que te da esos dos o tres segundos de más, tan necesarios, para poder organizarte.

Pero...¿en qué lugar puede rendir más Franco Vázquez? El "mudo" no es un jugador encasillado en ninguna zona específica del campo, sino que suele moverse con bastante soltura por los tres carriles del juego. No es Correa, ojo, sus movimientos son menos dinámicos y constantes, y mucho más pausados. Sin embargo, sí que tiene zonas más activas de juego en las que potencia exponencialmente su rendimiento. Pero antes de ver dónde puede ofrecer más, también es necesario hacernos otra pregunta. ¿Dónde le necesita el Sevilla? El sistema de Sampaoli, por lo que estamos viendo en pretemporada, va a precisar de un mediocentro, dos interiores y un mediapunta ocupando el rombo, con dos o tres en última línea en función de si la línea defensiva es de 3 o de 4 futbolistas. Jorge Sampaoli probó al jugador argentino como interior derecho, y el partido nos mostró a un Franco Vázquez muy alejado de su naturaleza. El mudo no es un jugador de apoyos -concepto fundamental si se juega como interior en un equipo que pretende salir en posicional-. Puede bajar circunstancialmente a ofrecerse, pero no siente la posición y sus condiciones siempre van a invitarle a generar otro tipo de ventajas que no tengan tanto que ver con la organización del juego desde atrás, sino con la búsqueda de alternativas arriba. Asociativo, técnico, buen último pase y talento para romper al espacio que deja el 9, pero siempre en posiciones adelantadas y no como segundo-tercer receptor en salida. 

Teniendo esas condiciones que ha exhibido en el Palermo como base de nuestro análisis, no podemos hacer otra cosa que verle en una zona mucho más adelantada que la de interior, bien como extremo derecho en un 1-4-3-3, bien coronando el rombo como 10 o como segundo punta. En el Palermo lleva mucho tiempo a la espalda del 9, con Giraldino como referencia ofensiva, aprovechándose de las ventajas de tener a alguien que fija centrales por delante. 


En la imagen anterior, se ofrece a espaldas de la presión rival. Sus ofrecimientos, sin embargo, no tienen la naturaleza de un apoyo para seguir en posicional, sino de una recepción, giro rápido y búsqueda de portería contraria. No es un jugador excesivamente rápido, pero su zancada engaña. Es perfectamente capaz de irse en conducción, aunque su carrera parezca lenta y pesada. 


En banda izquierda sus asociaciones generan otro tipo de situaciones. Recibe con pierna natural y busca el centro al área. Es un punto de apoyo para finalizar. En el centro, sin embargo, busca conducir, saltar rivales y cargar el área. En banda derecha busca orientar el juego a su pierna buena en diagonal hacia dentro, aprovechando los movimientos del nueve. Pero, sobre todo, tiene capacidad para fijar rivales. Recibe, fija y produce la ventaja. 


¿Puede jugar de 10? Sí, tiene condiciones y sus características son perfectamente aplicables a esa posición tan especial. Sin embargo, y teniendo en cuenta el contexto que va a encontrarse en Sevilla, y los otros muy buenos futbolistas que pueden desarrollarse en esa posición, creemos que acompañar al punta es su zona ideal. 

No se ha dicho mucho, pero Franco Vázquez es un futbolista que carga el área de manera brutal. Llega con mucha facilidad y tiene un disparo de media-larga distancia bastante interesante. Aprovechar el movimiento que pueda producir Gameiro -o quien vaya a ser el 9 del Sevilla, que de momento parece una incógnita- le va a convertir en uno de los máximos goleadores del equipo. Su último pase, además, proyecta constantes 1x1 del punta. Juegue de segundo punta, de mediapunta por dentro, o de extremo derecho, Franco Vázquez ha venido a seguir potenciando la idea. 

ANALISIS PAULO HENRIQUE GANSO

by 7/22/2016
Con 20 años debutaba con la selección absoluta de Brasil y se alzaba con la Copa Libertadores de Sudamérica. Su sociedad con Neymar era digna de elogio no solo de su torcida, muy lejos de su Brasil natal- en Europa- también se hablaban maravillas de él y en las agendas de los mejores clubes del viejo continente su nombre aparecía marcado en rojo. Todos esperaban que se convirtiera en el próximo fenómeno desde la mediapunta llevando a sus espaldas el diez de la verde-amarelha, y recogiendo así el cetro que años anteriores portaron Kaká y Ronaldinho Gaucho-aunque con matices diferentes a los de estos dos genios-. Pero, tras el mágico año 2010, a finales de Agosto se rompía los ligamentos cruzados. Tras pasar cuatro años en Sao Paulo, traspasado por su inicial Santos, a la edad de 26 años cruza el charco para jugar en el Sevilla. Lo hace bastante más tarde de lo esperado, aquella lesión en su rodilla frenó en seco su progresión futbolística y su proyección hacia Europa. De esta forma, Paulo Henrique Ganso llega a nuestra liga para enseñar la magia de su fútbol, en parte recuperado, y con la intención de dar un paso más en una carrera que no ha sido como casi todos vaticinábamos, ya que parecía destinado a jugar en un grande de Europa mucho más joven.

Antes de nada quiero dejar patente que es muy posible que en mi valoración sobre Ganso no sea totalmente objetivo, aunque intentaré hacer un ejercicio de honestidad lo más grande posible para ser lo mínimamente posible subjetivo. Pero con Paulo Henrique me ocurre que la carga emocional que me produce su juego me nubla, en parte, la valoración real sobre él. Es de esos futbolistas que forman parte de tus preferidos, de esos menos de diez elegidos que cada uno tenemos como muy especiales y que nos producen sensaciones diferentes al resto. Y eso nos ocurre con estos futbolistas aunque sean inferiores a otros en rendimiento porque nos proporcionan unas sensaciones y emociones diferentes al verlos jugar- sirva como caso extremo años atrás para ejemplificar esto el de Marama Vahirua como uno de mis predilectos en Nantes o Niza y posteriormente como compañero de ataque de Gameiro en el Lorient , jugador que para el 99% de los lectores de este artículo será un completo desconocido-.

Ganso no deja indiferente. Para lo bueno o para lo malo. Porque su talento descomunal hace pensar que si tuviera más constancia sería uno de las grandes figuras del fútbol mundial y hoy día está lejos de ello, no es máxima élite-no está dentro de los 10-15 mejores jugadores del mundo- como muchísimos pensamos en sus primeros años que podría ser ahora mismo. Pero sin esa falta de constancia es muy posible que fuera un jugador fuera del mercado del Sevilla. El club de Nervión le va a proporcionar un hábitat muy positivo para él, Sampaoli  tiene una hoja de ruta especialmente preparada para su figura-así se desprende de las declaraciones en su presentación o de su agente- y sus compañeros son de esos que entienden su idioma: gusto por el toque corto, la asociación, los apoyos o el ofrecer soluciones al poseedor del balón. Ahora es su turno para aprovechar al máximo todo este entorno que le puede permitir desarrollarse de la mejor manera posible.

Este es el ejercicio de honestidad al que me refería anteriormente, puesto en liza el cual, pasamos a relatar qué tipo de futbolista es Paulo Henrique a día de hoy.


Ganso ha venido jugando en Sao Paulo en la mediapunta central de un sistema 1-4-2-3-1 que en defensa le liberaba del repliegue y del trabajo defensivo en una variante 1-4-4-2-permitiendole actuar como delantero-. Pero desde ahí puede desarrollar su fútbol por todos los lugares que le parecen oportuno. El ´10´campaba a sus anchas por los campos de Brasil y Sudamérica apareciendo en los espacios que él considerara los mejores para su juego. Es normal verlo caer a ambas bandas, aunque con una mayor frecuencia hacía la derecha para tener mejor orientación hacía el pasillo central y desde ahí dar pases profundos al espacio o cambios de orientación con esa precisión que tiene en su zurda. Tampoco rehúsa aparece a cualquier altura dentro del césped, aunque su tendencia más pronunciada es a hacerlo en campo rival preferentemente. Pero por no ello se le ha dejado de ver apareciendo muy cercano a su defensa o en mediocampo de manera puntual.


Casi siempre en apoyos, casi nunca en profundidad, Paulo Henrique se ofrece a sus compañeros para tratar de mejorar siempre la jugada-algo que suele ser norma general-. La mayor parte de las veces en corto, incluso a un toque con taconazos incluidos, Ganso toca la pelota para dar continuidad al juego con los cercanos, pero sin desdeñar los cambios de orientación precisos y los desplazamientos a la espalda de defensas adelantadas. Cuando el balón pasa por sus botas, sus pases hacen que la situación sea mejor para su compañero la mayor parte de las veces y en un gran porcentaje son realizados hacia adelante.



Cuando el ataque se asienta en campo rival es habitual ver a Paulo Henrique aparecer por detrás de la línea de balón y no solo ofreciendo apoyos entre líneas o en bandas por delante del juego, tampoco es excesivamente agresivo a la hora de atacar la zona de remate si el equipo consigue profundidad por bandas.


Ganso respira desde los apoyos al poseedor del balón, los toques en corto, los pases profundos y el desborde cuando recibe en zonas adelantadas laterales. No es un jugador de ruptura, le falta velocidad para ello, además de no sentirlo como natural en su fútbol. En una frase corta podemos concluir sobre él que  vive desde y para tener el balón, tocarlo y mimarlo. Pero si existe una situación en la que se transforma y gana en agresividad sin pelota. Cuando ofrece un pase profundo a banda, sí que le vemos llegar a zonas de remate. Transmite, con esto, como si necesitara primero entrar en contacto con el cuero para acercase al gol.



Hasta ahora hemos presentado a Ganso desde una visión más táctica. Sin embargo donde realmente abre el tarro de las esencias es desde el punto de vista técnico. Visión de juego y precisión en los envíos, ahí radica una de las grandes virtudes de Paulo Henrique y que le hacen destilar eso que decíamos antes que tenía, magia.

Cuando su equipo se encuentra ya posicionado en campo rival podemos entender el porqué de buscar principalmente ser un jugador de apoyos y que aparece por detrás de la línea de balón. Aquí reside su calidad diferencial, en ver los desmarques de los compañeros y los espacios que casi nadie ve para habilitarlos entre rivales. Y en ponerles la pelota justo donde la ponen los que son diferentes. Su calidad en el pase profundo y su último pase son una de las grandes marcas distintivas de su juego. Por ello es un futbolista que marca un registro de casi tres pases que ponen en situación de gol a sus atacantes durante los últimos 15 partidos donde hemos analizado sus estadísticas.


La otra cualidad que le otorga esa distinción de jugador diferente es su capacidad para dar la pausa al juego, juntar rivales en torno a él, fijar su posición y atraer su atención para que un compañero pueda atacar los espacios a su espalda. Luego su visión y calidad en el envío profundo hacen el resto para que el ataque progrese y se acerque a portería rival. Eso también explica que le guste caer a los costados, desde ahí puede habilitar a sus laterales o extremos para que ganen profundidad por fuera, donde es más sencillo que en el centro ganar metros a la espalda de la defensa.



A la vista del análisis que estamos haciendo, Ganso es un futbolista de los que proporcionan presencia en cualquier zona del campo y capacidad para desbordar desde el pase-también desde el regate, aunque sea una alternativa de menor uso para él-a las defensas rivales. Sin embargo, desde su fichaje, han salido a la palestra diferentes opiniones que mostraban las dudas sobre su capacidad para rendir a un ritmo de juego europeo por la posibilidad de defensas más organizadas y una velocidad más alta en los encuentros. El problema, desde mi humilde punto de vista, no es tanto de la posible ausencia de ritmo, intensidad o velocidad en Paulo Henrique. La cuestión a valorar es otra.

Hay dudas, sí. Pero se derivan más de la consistencia de su juego y de su nivel de participación que desde el ritmo propiamente dicho. Es cierto que Ganso no es un futbolista de máxima intensidad en sus acciones, ni que destaque por su velocidad en conducción-problema que suple de sobra por su talento para conducir y esconder la pelota de los rivales, además de su regate-. Aunque el problema que puede presentar su salto al fútbol europeo es otro.

En Sao Paulo hemos visto que el mediapunta juega gran parte del desarrollo de los partidos sin correr a máxima velocidad, sus carreras no son habituales. Pero lo que más podemos destacar negativamente es una cuestión de dinámica dentro del juego. Paulo Henrique es futbolista de los que suele empezar una jugada en un carril-bien lateral o bien central- y la termina en el mismo en la mayor parte de las situaciones de juego. Ofrece un apoyo en banda y allí se queda hasta que la jugada finaliza, si recibe en una zona central, permanece en ella sin continuar dando los apoyos  laterales al juego que su calidad nos hacen pensar que debe hacer.

Eso le resta presencia continuada, sus acciones no son constantes, de ahí que hayamos hablado a lo largo de este análisis de sus problemas de consistencia en el juego.

Ganso no se ha mostrado demasiado dinámico en sus últimos tiempos. Y eso se traduce en que su volumen de participación en el juego es bajo para la cantidad de cosas que puede ofrecer. Por eso mucha gente concluye que su fútbol está basado más en detalles que en mantener el peso creativo de su equipo. Lo cual es cierto, pero no por las cuestiones que muchas veces se explican.

¿El Brasileño no realiza esfuerzos a intensidad alta? Es algo que se ha dicho de él, aunque no es cierto. Incluso desde el punto de vista defensivo lleva la presión al portero rival o es capaz de correr hasta área propia en una persecución de un contrario haciendo una cobertura defensiva. La cuestión es que mide demasiado los esfuerzos que realiza y transmite una sensación de falta de fondo físico para mantenerlos. Podría ser que la exigencia del fútbol sudamericano no le obligue a ello o podría ser una cuestión física. Esto no lo sabemos.

Este Ganso que hemos visto últimamente en Brasil adolece de la constancia para mantener todas sus virtudes siempre presentes y aparecen más latentes que en acción. Cuando su nivel de participación aumenta es capaz de casi duplicar su número de pases-que ronda en torno a los 40 de media por partido en sus últimos 15 encuentros-, su brillo se dispara y no se le asocia sólo al detalle ganador. Si Ganso tuviera un volumen de pases en torno a 60-70 la valoración sobre él cambiaria bastante, y en un equipo de posesión como pretende ser el Sevilla quizás sean cifras que no se puedan considerar complicadas de conseguir.

Alternativamente a conseguir que la presencia en el juego del brasileño crezca, podría estar reducir su campo de acción y convertir su fútbol en más específico. Por eso es posible que aquello que hemos escuchado sobre las ideas que tiene Sampaoli hacia él, dándole la función de organizador algo más retrasado, tenga su fundamento en que concentre sus apariciones en un espacio menor y de esa forma sean más determinantes en una determinada función.

No es menos cierto que en Sevilla también va a encontrar algo que no tiene al mismo nivel en Sao Paulo, muchas opciones de asociación y apoyos en sus compañeros, lo cual le pueden ayudar a ser más participativo. Pero al final será Jorge Sampaoli el que ubique las piezas del puzzle que ahora tenemos muchos en la cabeza sobre qué va a terminar ofreciendo Ganso al juego del Sevilla.  

Sea cual sea la decisión del técnico sevillista, ojalá podamos disfrutarlo en su máxima dimensión porque así nos vamos a divertir muchísimo todos. 

SEVILLA - SANTA FE: LOS ERRORES DEL JUEGO DE POSICIÓN

by 7/20/2016

La pretemporada del Sevilla avanza y ya somos capaces de observar algunos detalles interesantes que marcan la línea de trabajo de Jorge Sampaoli (análisis Sevilla - River Plate). El juego de posición empieza a instaurarse como punto clave del modelo , y también los lógicos errores que derivan de llevar a la práctica un concepto del juego tan complejo. Se han firmado perfiles para desarrollarlo, pero tienen que aprender a sentirlo. Sacar conclusiones exageradas no es nuestro estilo, pero sí que estos partidos de pretemporada nos enseñan quién está preparado y a quién le falta mucho para asimilar los conceptos del juego posicional. 

Si analizamos la plantilla del Sevilla, parece innegable concluir que buena parte del talento asociativo está en las posiciones de arriba. En defensa, salvo Pareja, ninguno es especialmente docto a la hora de establecer relaciones con balón. De ahí que los mecanismos deban pulirse muchísimo, para que la pelota llegue en buenas condiciones a los hombres que tendrán en sus botas la capacidad de ser resolutivos. Y para que esa situación se produzca, la jugada tiene que nacer en buenas condiciones. Es muy difícil elaborar un ataque si la pelota no llega limpia desde atrás. 

Al Sevilla se le vieron ayer tres mecanismos de salida. De una parte, balón en largo de Soria buscando el perfil izquierdo -potenciado con la entrada de Iborra-. Conducción de Nico Pareja con Kranevitter como primer receptor. Y laterales ocupando posiciones centrales con extremos muy abiertos que venían a recibir -con especial atención a Konoplyanka- (un concepto que ya trabajó Pep Guardiola en el Bayern Münich). Pero de todos esos mecanismos (al que le sumamos algunas pérdidas de Kolo en pases verticales), queremos centrarnos en las salidas en conducción. Es evidente que Nico Pareja es el central más preparado del Sevilla para asumir la salida de balón. En muchos momentos, será Kranevitter quien se incruste entre centrales -abiertos- para generar superioridad, y en otras será Pareja quien conduzca, fije y divida abriendo un universo de posibilidades por delante. 

Pero en todas esas situaciones tiene que haber un denominador común, el apoyo. El Sevilla jugó ayer con "Mudo" Vázquez y Joaquín Correa como pareja de interiores, con Kranevitter de 5. Ya avisamos del problema de Correa para ofrecer el apoyo, argumentando que son pocas las veces en las que lo prioriza a la ruptura. Vázquez, si algo demostró ayer, es que prefiere recibir la pelota mucho más adelante. Se ofrece, pero lo hace más por obligación que por convencimiento. 


En la imagen anterior Kolo conduce y atrae marca, Kranevitter cierra posible pérdida ocupando su posición, pero no hay ni un solo apoyo interior que permita la progresión de la jugada. El éxito en la jugada depende de un balón en largo. En la siguiente captura, más de lo mismo. Nueva salida en conducción por la izquierda y ni un solo ofrecimiento por dentro de los interiores. Distancia entre líneas  -riesgo ante posible pérdida, equipo partido-, y falta de oportunidades para llegar arriba desde atrás. 


Y la siguiente captura es el ejemplo perfecto de cómo un equipo se niega a sí mismo la superioridad posicional. Kranevitter tiene la pelota, laterales muy abiertos, presionado por un doble 9, y ninguno de los interiores ofrece el apoyo a la espalda de esa presión rival. 


Kranevitter tenía la pelota y NADIE a la espalda de la presión rival. El resultado es una salida que no genera desequilibrios y una jugada que no llega en ventaja a los de arriba. Es tiempo de errores y soluciones, de intentar dar con la tecla y de integrar las ideas en el colectivo. Y un ilusionante camino para ver cómo se edifica el nuevo Sevilla. Los fallos son lógicos a estas alturas, y encontrarles el remedio es el mayor reto de un entrenador. La aventura continua. 

ANÁLISIS DEL "TUCU" CORREA: CONCEPTOS OFENSIVOS

by 7/17/2016

Ayer hablábamos de los conceptos defensivos de Joaquín Correa, que se centraban específicamente en el cierre del perfil izquierdo, el achique lateral y el talento para tapar líneas de pase. Su partido ante River Plate dejó muy buenas sensaciones, no tanto por lo que fue capaz de ofrecer a nivel defensivo -exigencia mínima- sino por lo mucho y bueno que hizo en los momentos con balón. El primer partido de la era Sampaoli sirvió para adelantarnos, al menos un poco, el muy buen futbolista que es el "Tucu", del que analizaremos su influencia, tanto en el juego posicional -mucho margen de mejora- como en las transiciones. 

ASOCIACIÓN EN BANDA + SALIDA AL CONTRAGOLPE

Las apariciones de Correa en la jugada son, en su mayoría, a través del carril central. Sin embargo, no es menos cierto que no tiene problemas a la hora de acostarse sobre la orilla izquierda para generar sociedades. Dijimos en el análisis de los conceptos defensivos que Correa se perfilaba a la izquierda en transición defensiva. No era casualidad, sino un objetivo posicional. Robar en esa zona para salir rápido con por la izquierda con Dodo, jugadores verticales y con una más que correcta interpretación del contragolpe. 

La zona en la que Correa caiga en el Sevilla va a depender en buena medida de aquella por la que el equipo de Jorge Sampaoli salga más rápido. No es de extrañar que se junte con Mariano para generar superioridad lateral en banda derecha. Sin embargo, su talento se explota mucho más si parte a pierna cambiada, buscando siempre la diagonal hacia dentro, fuente indiscutible de la mayor parte de su juego -el aprovechamiento del carril central-. 



Las dos imágenes anteriores responden a una misma jugada. Correa se escora a banda, fija posición, libera al lateral, combina con éste y va en su misma dirección para ofrecer un apoyo interior. Encuentra línea de pase abierta en el centro y se dirige a construir una nueva asociación. Su tendencia a terminar siempre por dentro le facilita ser un jugador de perfil muy asociativo, de los que activan muchas ventajas en el resto. 



Esa tendencia a caer en banda izquierda en transición defensiva también respondía a una necesidad colectiva, Sampdoria se estaba preparando para el momento del robo. Tras conseguirlo, generalmente, la posición de Correa era en banda izquierda, siendo el primer receptor del contragolpe. La última secuencia de imágenes responde a esa situación. Robo y salida rápida por la izquierda, asociación por dentro y generación de línea de pase en zona de mediapuntas.

GENERADOR DE LÍNEAS DE PASE + JUEGO DE ESPALDAS

Dentro de un modelo de juego de posición, que entendemos que va a integrar Sampaoli en el nuevo Sevilla, es fundamental que existan jugadores que, por delante de la línea de balón, sean capaces de generar aclarados para progresar. El juego de posición de nada sirve si no hay profundidad interior, y Correa es tremendamente hábil a la hora de ofrecerse a la espalda de la presión rival. 


En la imagen anterior vemos cómo se ofrece a espaldas de esa presión rival, facilitando un pase que dejaría atrás a 3 adversarios y en un escenario idóneo para buscar un pase al hueco. El delantero fija a los centrales y habilita esa recepción. 


En la imagen anterior, vuelve a ofrecerse entre líneas, siempre a espaldas del mediocentro rival, buscando abrir el pase. Después de combinar por dentro, y a una velocidad increíble, rompe al espacio que hay entre central y lateral e incide directamente sobre la profundidad colectiva. Movimiento interesantísimo que evidencia un amplio conocimiento del juego (imagen siguiente).


Otra de las funciones de esas recepciones interiores, además de permitir a los mediocentros filtrar pases entre líneas, es la de recibir de espaldas a portería rival, para servir de pared a líneas más atrasadas. Es un concepto vital dentro del juego de posición (jugadores que vengan de espaldas a portería a descargar) porque permiten a tu equipo meterse en campo rival.


Recibes de espaldas, fijas posición, atraes marca y devuelves la pelota a un compañero que reciba en carrera y proyecte el avance. El mecanismo es tan evidente como útil. 


CORRER SIEMPRE HACIA DELANTE: ¿UN PROBLEMA?

Dentro del juego existen ciertos comportamientos que pueden ir en contra del juego de posición. Correr siempre hacia delante puede que no sea una buena opción cuando el modelo en el que se organiza tu equipo preconiza los principios básicos del juego de posición. Antes hemos hablado de un concepto vital de cara a rentabilizar la importancia de Correa en el juego posicional. Ahora ha llegado el momento de hacerlo de otro que puede ir en contra de esa sintonía de juego organizado. 

El juego de posición, más que correr hacia delante, precisa de técnicas de avance en las que los movimientos de los jugadores siempre estén orientados a abrir una línea de pase y facilitar la progresión posicional de los jugadores. Se trata de recibir, fijar posiciones, tocar y proyectar un nuevo apoyo que abra una nueva línea de pase. Que los desmarques no siempre sean de ruptura, que la decisión sea echarse a un lado y no ir siempre en dirección a portería. Sin embargo, si correr siempre hacia delante es una desventaja en el juego de posición, se convierte en ventaja en un juego de transiciones. Esa velocidad en conducción de Correa, sus rupturas y su talento para asociarse a una velocidad de vértigo pueden ser fundamentales de cara a potenciar la otra variante que pretenderá Sampaoli, el juego de transiciones rápidas que tan buenos resultados le trajo con Chile. La mejor en el conocimiento del juego y la mano del cuerpo técnico es la que le dará la sabiduría para decidir cuándo es mejor correr y cuando echarse a un lado para apoyar.


SOCIEDAD CORREA-EXTREMOS: ¿LA SALVACIÓN DE KONOPLYANKA?

El primer partido de una pretemporada nunca puede servir de base para un análisis demasiado profundo (pincha aquí para ver las primeras conclusiones sobre el nuevo Sevilla de Sampaoli) ni para extraer conclusiones exageradas. El equipo apenas intenta desarrollar algunos conceptos y precisa de tiempo para organizarlos. Sin embargo, sí que pueden dejar un reguero de detalles que marquen la senda del análisis y que nos permitan aventurar ciertas sociedades.

Los minutos de ayer de Correa fueron muy interesantes, dejando claro parte de lo mucho que puede aportar al Sevilla de Sampaoli. Pero, en especial, por la capacidad del jugador argentino para activar a los extremos. El Konoplyanka de Unai Emery se enfrentaba constantemente a 2-3 jugadores, reduciendo sus posibilidades de éxito a marcharse de todos y colocar un centro al área. El Sevilla nunca había conseguido activarlo, quizás porque tampoco se lo había propuesto. 

Sin embargo, ayer sí que pudimos ver algunos detalles que consiguieron generar esa activación en Konoplyanka. Primero, las subidas del lateral -Kolo-, que permitían dividir marcajes y recibir a Konoplyanka solo por dentro. Y segundo, los apoyos interiores de Correa, e incluso las rupturas en diagonal que arrastraban marcan y activaban el disparo de Konoplyanka. El jugador ucraniano recibía con tiempo y espacio, y con dos marcas menos de lo que es habitual y además tenía un apoyo constante para poder buscar portería, una de las principales condiciones de Konoplyanka. Veremos en qué termina derivando esta posible futura sociedad, pero ayer se sentaron las bases de un mecanismo que podría ser súper productivo para el nuevo Sevilla. 

Correa empieza ilusionando, y esto solo es el principio. Es joven y tiene talento, y lo que no es menos importante, está en manos de personas que saben amoldarlo. Disfruten. 

EL COMIENZO DE LA ERA SAMPAOLI

by 7/17/2016


Arrancó el Sevilla de Sampaoli con dos horas de retraso sobre lo esperado. Pero no por ello restó la ilusión de muchos en seguir su puesta en escena. Los sevillistas que aguantaron el tirón se acostaron sobre las 6:15 de la mañana con un buen regusto ante lo visto en el primer partido-y tras escasos entrenamientos-de una nueva época que apunta a tener poco que ver en el juego con la recientemente vivida de la mano de Unai Emery.

El nuevo técnico sevillista puso en la palestra, ya el primer día, algunas de sus ideas básicas: la defensa de tres centrales, el mediocampo en rombo y los extremos a pierna cambiada. Pero no fue, como es normal en él, esclavo de su sistema y probó variantes en doble pivote o con defensa de  cuatro atrás. La era Sampaoli se iniciaba con un 1-3-4-3 de corte Cruyffista- como me comentaba Felipe Araya (@Felipeavr en Twitter)-  donde Kranevitter era lo más destacable a nivel individual en el primer tiempo ejerciendo de pivote único. El argentino dejaba patentes sus características:  juego fácil-batiendo líneas en más de una ocasión- y mucha tendencia a la presión y a defender hacia adelante, aunque sus compañeros no le acompañaban siempre y eso no supo terminar de entenderlo. Ya comentó en rueda de prensa Sampaoli que es necesario que trabaje en ello para entender este modelo de juego al que no está habituado. 

Sorprendía también Iborra en el vértice superior del rombo, jugando muy a lo Bakero en el Dream Team, apariciones en zonas intermedias para hacer descargas a un toque y atacar el área desde segunda línea- ¿veremos  aún una nueva adaptación de Vicente en su juego desde la mediapunta?, ahí queda la pregunta-. La presencia en la segunda parte de Correa en esa posición también llamó la atención en lo individual, pero por un comportamiento diferente. El tucumano mostró una velocidad en el giro que Iborra no tiene y una capacidad para asociarse hacia adelante y activar a sus compañero de ataque que gustaron bastante.

Pese a que el Sevilla tuvo buena actitud y gustó por momentos mucho, queda todavía mucho trabajo por hacer-como no podría ser de otra forma-. La presión adelantada se mostró desorganizada en muchos momentos, unos van otros quedan y el equipo no subió conjuntamente, en posesión de balón el equipo fue más vertical de lo que terminará siendo y la línea de tres defensas se mostró bastante desorganizada en muchas fases del partido, con problemas a su espalda o defendiendo centros laterales, y dejando cierta distancia entre líneas que se irá corrigiendo.

Como bien comentó Sampaoli al final del encuentro, buenas sensaciones,  actitud en los jugadores pero la idea todavía tiene que asimilarse e interiorizarse. Es demasiado pronto para que ya lo estuviera, por lo que no es nada preocupante que existan muchos desajustes.  El Sevilla mejorará con el trabajo, pero su presentación puede decirse que fue más que positiva.

ANÁLISIS DEL "TUCU" CORREA: CONCEPTOS DEFENSIVOS

by 7/16/2016

El Sevilla de Jorge Sampaoli va tomando forma. A las incorporaciones de Pablo Sarabia (pincha para ver su análisis) e Hiroshi Kiyotake (pincha para ver su análisis), se han unido hace muy poco la de Matías Kranevitter (análisis perfil defensivo y ofensivo) y Joaquín "Tucu" Correa, de quien hoy nos ocupamos (Franco Vázquez y Paulo Henrique Ganso ya han sido confirmados oficialmente, y queda esperar por otras operaciones). 

Carlos Joaquín Correa es un joven (22 años) y hábil mediapunta criado en la cantera de Estudiantes de la Plata. Su trayectoria en Argentina fue tan corta como explosiva. La Sampdoria consiguió traerlo a Europa con solo 20 años, fiel ejemplo de la realidad del fútbol sudamericano, tan apresurado por la necesidad mercantil como incapaz de retener el talento emergente. Su poco más de año y media en la Sampdoria no ha sido especialmente espectacular. Ha dejado muestras de ese talento que ya se le intuía en Estudiantes, pero la realidad es que no ha terminado de romper, quizás condicionado un poco por un contexto no demasiado favorable. 

Hemos hablado ya varias veces el perfil técnico de todos los nuevos jugadores del Sevilla. Se buscan futbolistas con un amplio dominio de la asociación y el pase corto, que sepan ofrecerse, que no regalen la pelota y que sean plenamente capaces de establecer entre ellos las correspondientes sinergias para que el juego fluya. Jugadores que sientan el juego de la misma manera, para que todo sea mucho más "fácil". Sampaoli tiene una idea en la cabeza y Monchi le está dando los instrumentos para desarrollarla. Hay talento, hay ganas de trabajar y hay materia prima para crear algo grande.

PREFACIO

A veces, aunque no nos guste, es necesario disociar dos momentos que en el fútbol son indivisibles (defensa y ataque) para poder estructurar el análisis. Mucho se está hablando de la "poca" capacidad defensiva de todos los nuevos fichajes del Sevilla, excepción hecha con Kranevitter. Se leen y escuchan, constantemente, sentencias cuestionando la posible falta de equilibrio ante la falta de especialistas defensivos.

El Sevilla ha cambiado por completo el libreto de sus aspiraciones. Nada queda del estilo con el que se alcanzaron los éxitos, Ha asumido una revolución que bien merece nuestra completa atención. El equilibrio no es una suma de defensores defendiendo y atacantes atacando sino un todo indivisible gestionado a través del orden. Y el Sevilla entiende que ha llegado la hora de ordenarse con la pelota. Se busca tenerla más tiempo que el rival. Posesiones de calidad. La disposición de los jugadores tendrá como primer objetivo el dominio espacial del juego, con la pelota como instrumento vehicular y fundamento del orden.  

En este modelo se priorizan otros conceptos y se precisan otras demandas en la interpretación de la fase defensiva. Se busca desordenar con la pelota al rival con posesiones verticales y ritmo alto de circulación. Mientras se ataca, el equipo se prepara ya para el momento de la pérdida, con la pretensión de que, tras robo, el rival siga desordenado y la presión del Sevilla se facilite. No hacen falta centrocampistas que corran 15 KM por partido, sino ser capaces de estructurar una presión posicionalmente organizada que termine desencadenando en robo. Se trata de reducir el tiempo de los "momentos defensivos". Para eso es más importante la inteligencia que el pulmón.

PERFIL DEFENSIVO

Nos veíamos en la necesidad de aclarar esa demanda de equilibrio antes de entrar a analizar el perfil defensivo de Joaquín Correa. No es un futbolista de exagerado recorrido defensivo, pero mete el pie. Su análisis "defensivo" no merece más profundidad de la debida, pues los conceptos que hemos sido capaces de observar no son excesivamente complejos. 

Es difícil transportar las capacidades de un futbolista a un análisis exhaustivo sin tener presentes el contexto. En la Sampdoria, Joaquín Correa estaba completamente liberado de obligaciones en el repliegue. Por ello, no es fácil determinar qué papel podría tener en Sevilla, toda vez que las exigencias en buena medida tendrán que cambiar, y siendo conscientes de la intensidad en la presión que demandan los equipos de Sampaoli. 

Tucu Correa siempre se colocaba en el perfil izquierdo en transición defensiva, buscando proteger la banda de Dodo, pero también potenciar el contragolpe de la Sampdoria, como veremos en el apartado ofensivo.

 

Pese a que en la Sampdoria, como ya hemos dicho, se encontraba muy liberado de obligaciones defensivas (entendiendo estas como el repliegue intenso o la presión tras pérdida) no es menos cierto que el jugador de Tucumán exhibía en puntuales situaciones un talento defensivo que está lejos de ser el que se le reconoce. A su cierre del perfil izquierdo le tenemos que añadir constantes situaciones de achique lateral buscando robo rápido o generar superioridad defensiva en la zona. En las dos próximas imágenes (forman parte de una misma jugada) podemos comprobar cómo es capaz de achicar en banda para, segundos después, perseguir el desmarque de ruptura del atacante rival a la espalda de su lateral. 



En la segunda secuencia vemos cómo abandona la posición de extremo una vez que no consigue el robo, y persigue al atacante rival para evitar que su desmarque de ruptura genere daño al sistema defensivo.



Joaquín Correa tampoco está exento de talento para el cierre de líneas de pase. Su escaso compromiso defensivo -más por necesidades colectivas a la hora de activar la contra que por vagancia- no va en contra de su capacidad para cerrar líneas y para saber posicionarse.


En la imagen anterior, Correa es capaz de cerrar dos líneas de pase para evitar la progresión lateral del rival. El mecanismo de actuación de Correa está bastante claro. En fases sin balón, se perfila por la zona izquierda, en repliegue alto. Cuando el rival llega a la altura del centro del campo, esa defensa pasiva se convierte en activa si este pretende progresar por banda derecha -izquierda de Correa-. Pressing y achique lateral buscando robo + contragolpe. Si el rival supera posiciones, Dodo sale para generar superioridad y Correa protege la espalda.

En un equipo que va a pretender defender con balón, Correa no desentona en modo alguno. Eficiente en la presión, intenso y rápido, y con soltura para gestionar las transiciones.

En el próximo artículo trabajaremos sobre su influencia en los principios defensivos, donde hay varios aspectos de vital importancia para alcanzar el máximo conocimiento del futbolista. 

MATIAS KRANEVITTER : ASPECTOS OFENSIVOS

by 7/15/2016

Matias Kranevitter abandonó River tras la disputa de la final del Mundial de Clubs entre el FC Barcelona y River Plate. Y lo hizo cometiendo una pérdida de pelota en conducción y tres pases errados en todo el partido. El resto de sus acciones con balón encontraron a un compañero, a lo que hay que sumar que no pegara ni un solo pelotazo en largo. Todos su pases fueron con sentido y no rifados. Hacer esto al enfrentarte a un equipo como el Barça, de los que presionan arriba al rival tras pérdida como pocos conjuntos en Europa y que te someten a un trabajo de desgaste defensivo intenso, supone una carta de presentación bastante interesante.

Aunque es cierto que ni River ni el propio Kranevitter tuvieron en este partido su mejor desempeño del año-más allá de que tanto el equipo millonario compitiera en la medida de sus posibilidades aquel partido como el futbolista dejara patentes sus características principales-, este choque es una buena piedra de toque para acercarse a conocer qué puede ofrecer Matias a un equipo como el Sevilla. 

Por ello adjuntamos, previamente al análisis que desarrollaremos del futbolista, el siguiente video-realizado por Heronumberone-.En él se recogen las acciones que desarrolló Kranevitter frente al Barça en la disputa del cetro mundial de clubs y sirven como introducción de sus características principales de juego.



Nota aclaratoria: Las conclusiones sacadas de este y otros partidos no están basadas en el visionado de vídeos cortos sobre el jugador, sino en el seguimiento completo de los encuentros utilizados para hacer su análisis. Pero, en este caso,  aprovechamos este trabajo realizado por Heronumberone para que la visión sea más clara-como suele decirse, una imagen vale más que mil palabras-. 

¿Por qué hemos comenzado este análisis referenciando este partido y la actuación de Matías en él? Kranevitter llega a Sevilla para ocupar (pelear) la posición de mediocentro-bien en solitario, bien en doble pivote- en el esquema de juego de Sampaoli. Para el nuevo técnico sevillista es de capital importancia que el/los jugador/jugadores que desarrollen esa función en el campo  desde el punto de vista ofensivo estén capacitados en dos cuestiones importantes. La primera, que dominen el juego en corto y el primer pase para dar una salida limpia de balón, y la segunda, que ante presión rival no pierdan su capacidad para jugar en corto y no rifen la pelota ante la posibilidad de robo rival.

Podría decirse que la ubicación que va a ocupar Matias en el Sevilla no es la que más brillo o lustre va a dar al equipo, pero sí que es una de las bases fundamentales sobre las que se apoya el modelo de juego de Sampaoli. La salida desde atrás limpia es muy importante para el técnico argentino y de ahí que hiciéramos hincapié inicialmente en lo observado en Kranevitter ante un equipo tan especial como el Barça, dejando escasas pérdidas y un juego bastante aseado-aunque volveremos sobre estos y otros aspectos importantes para tratarlos con más profundidad en el desarrollo de este análisis-.



No recuerdo exactamente cuando descubrí a Matías, solo sé que fue a los pocos partidos de haber debutado con River en liga argentina. En aquel momento Lanzini era la estrella de un equipo al que le faltaba juego. Kranevitter daba sus primeros pasos jugando de interior en un mediocampo en rombo y ofreciendo al equipo millonario algo con lo que no contaba, la posibilidad de habilitar en mejores condiciones al “10”. Destacaba en él, pese a su juventud, su dinámica y calidad para asociarse, a través de pocos toques y apoyos con bastante criterio para jugar la pelota en un equipo que lo hacía poco.

Desde ahí, Ramón Díaz primero y más tarde Gallardo lo retrasaron y lo colocaron como “5”, dándole un mayor peso en la estructura global del equipo, pero quitándole contacto con la pelota. Su paso por el Atlético de Madrid lo ha llevado todavía a perder más importancia con el balón y de ahí que su salida del club colchonero pueda estar justificada para que se desarrolle en el fútbol europeo y gane presencia en el juego.

Formar parte del once inicial del Atlético no es fácil, es un equipo de los punteros en Europa, bastante asentado en sus conceptos de juego y con un estilo completamente definido. Kranevitter ya no es ese jugador que tenía cierta presencia con la pelota en sus inicios y el conjunto madrileño tampoco se la ha podido ofrecer por sus características como conjunto. Frente a jugadores como Gabi, Saúl, Augusto o Koke, Matías pierde en un aspecto muy importante para el “Cholo”, recorrido a todo campo.


 Kranevitter pasa por ser un futbolista de recorrido no tan amplio como sus compañeros con los que disputaba posición. Quizás sea de esos que hacen menos cosas durante todo el encuentro, pero no por ello que las haga peor. Además, donde podría estar su presencia más justificada, Simeone ha montado una estructura de juego muy definida.

El futbolista argentino no ha sido, en los partidos que ha disputado, una pieza importante en el inicio de juego Atlético. Los madrileños muestran tres mecanismos básicos para dar inicio a la jugada desde atrás, la diagonal del central-generalmente el diestro- al extremo opuesto-generalmente el zurdo-, la salida en conducción por parte de Filipe Luis y el pase de Gabi hacia adelante-o más bien el diagonal hacia banda derecha-.

Estoha repercutido en que Kranevitter, pese a mostrarse frente a sus compañeros como un apoyo para sacar la pelota, no fuese uno de los jugadores trascendentes en ello. Y, claro, para un mediocentro que se posiciona cercano a su defensa, no participar en la salida de balón lo aparta bastante del desarrollo del juego.


Respecto a esto, recomendamos la lectura del artículo “Unfuturo sin Tiago Mendes” de la web Ecos del balón. para ver más detalles relacionados. En él también se ponen de manifiesto algunos aspectos con los que ha tenido que lidiar Matías para su adaptación al Atlético de Madrid y al fútbol europeo, pero que no son la intención de este análisis llevar a cabo. 



Como vimos en la anterior entrega del análisis sobre el juego de Kranevitter, Matías es un mediocentro de carácter defensivo, agresivo y con grandes dotes técnicas para el robo. Ahora acabamos de constatar que su presencia en el inicio del juego del Atlético de Madrid ha sido bastante escasa. Por tanto, podríamos pensar que el tucumano es un futbolista de los que suman poco con el balón en los pies. Sin embargo debemos recordar, también, otros aspectos que hemos considerado en el desarrollo de este artículo. Su posición de debut en River fue la de interior relacionado con el desarrollo del juego y contra el Barça mostró escasas pérdidas y un trato más que correcto a la pelota.

Kranevitter ya no es un futbolista de esos a los que les guste aglutinar posesión de balón y ser referencial para el desarrollo de la jugada, ofreciendo apoyos continuos. Pero tampoco es un futbolista de escaso dominio del pase. Juega mucho más cercano a sus defensores que a los delanteros y su función principal radica en ser un apoyo más en el inicio del juego, para lo que se muestra siempre ofreciendo una línea de pase o metiéndose entre centrales-aspectos que desarrollaba mucho más en River pero que también se han podido ver en el Atlético de Madrid-. 


Cuando la jugada se asienta en campo rival no es nada habitual verlo por delante del balón, mantiene su posición para estar preparado para presionar o temporizar la salida al contragolpe del contrario. Además desde ahí puede ofrecer una línea de pase de seguridad si su equipo no encuentra profundidad en el juego y tiene que cambiar de lado en el desarrollo del ataque. Aunque en el Atlético de Madrid-bajo una estructura de 1-4-4-2 en doble pivote- si se le ha podido ver soltarse en algunas ocasiones, cierto es que sin mucha asiduidad ni continuidad, y atacar espacios por delante del balón-bien entre líneas o incluso en profundidad a la espalda de la defensa-. Esto es algo que en River no se le podía ver casi nunca-por no decir nunca- dado que Kranevitter siempre era la referencia defensiva principal del mediocampo millonario.

Su recorrido a lo largo del campo es corto, pero si se le exige que este aumente está capacitado para hacerlo, no siendo, de todas formas algo habitual en él. 


Analizado su desarrollo táctico en el aspecto ofensivo, tenemos que hablar de sus cualidades técnicas cuando tiene la pelota. Matías es un jugador con escasa utilización de la conducción, es raro verlo correr con el balón en los pies salvo para superar una entrada cuando recibe o le toca salir al contragolpe tras una recuperación del balón. Es un futbolista que, en posesión del esférico, vive principalmente del pase. Su rango es generalmente corto y si puede al primer toque. Juega sencillo y tiene una buena visión de donde se encuentran los compañeros, en especial destaca en este aspecto cuando se siente presionado y los espacios no son grandes-o más bien muy pequeños, rompiendo la presión rival con facilidad-. Su número de pérdidas de balón por partido es muy bajo, y no sólo por este aspecto. Ante presión, siempre busca juego fácil, aunque en pequeñas ocasiones podríamos decir que se quita el marrón de encima, dejando a un compañero en situación complicada. Y esto ocurre porque es extremadamente extraño verle pegar un pelotazo sin sentido.

Destaca también por sus giros con la pelota, protegiéndose de la entrada rival, y por su buena orientación para recibir y calidad en los controles orientados. Conceptos técnicos que, por supuesto, suman para el hecho de que se le vea perder muy poco la posesión. Otro aspecto destacable de su juego son las pisadas del balón. Cuando parece que va a iniciar una carrera, frena y pisa la pelota para sacarla de la zona de ataque del contrario que le presiona. Además tiene un desplazamiento con la pierna izquierda más que correcto, y si se ve obligado a utilizarla, lo hace con gran efectividad.

Pareciera, por todo esto que hemos comentado, que su juego con balón se reduce a salvar la presión o dar pases sencillos en la salida desde atrás, cosa que representa la mayor parte de su desempeño en el juego ofensivo. Pero la cosa no queda aquí, su desplazamiento en largo es más que correcto y está más que capacitado para superar líneas del rival con su pase-aunque no sean las armas de su repertorio técnico que más utilice-. Su visión  aquí hace  aparición para sorprender a muchos con un pase profundo a la espalda de la defensa o una apertura a banda que deja a un compañero con muchos espacios para atacar al equipo contrario, algo que quizás no se esperaba en él por su desarrollo sencillo con el balón.


Repetimos, estas no son habilidades que desarrolle de manera continua en su juego, pero están ahí y hace uso de ellas cuando la situación lo requiere. El mayor porcentaje de su fútbol ofensivo se fundamenta en ofrecer una opción de pase para dar continuidad a la jugada sin acometer pérdidas de balón. Por tanto, concluimos que Sampaoli tiene en Kranevitter no sólo un mediocentro de gran lectura táctica y de excelente técnica defensiva. Con balón, su juego sencillo y casi ausencia de pérdidas le va a dar la opción de tener una pieza importante para que la jugada se inicie de manera limpia, otorgándole además un rápido paso al juego ofensivo cuando recupera la pelota.

La duda que podría aparecer es si, para desarrollar todo esto, su velocidad de ejecución es lo suficientemente alta en un modelo de juego y un campeonato que lo requiere. Pero refiriéndonos al inicio de este artículo, Kranevitter contra el Barcelona  ya lo ha dejado patente- como dijimos al comienzo, dos pases errados y una sola pérdida en conducción de balón fueron sus números aquel día-. Qué mejor ejemplo que ese se podría encontrar.

Con la tecnología de Blogger.