ANÁLISIS TÁCTICO DE LA SUPERCOPA DE EUROPA


No encontrarán consuelo en nada que pueda decirles, porque perder, y más en esas circunstancias, genera una importante debacle emocional en el aficionado. Pero precisamente aquí queremos despojarnos de la bufanda y hablar del juego, y el partido de ayer dejó un par de lecturas, ninguna definitiva, sobre el camino de Jorge Sampaoli en el Sevilla FC. Hace unos días realizamos una breve reflexión sobre la pretemporada sevillista, con los aspectos más destacables y los defectos más determinantes -no por ello inesperados-. Y concluíamos en que un modelo de tanta complejidad, que depende tanto de que los jugadores sean capaces de sentirlo, de que los conceptos se conviertan en hábitos, necesita mucho tiempo. Y que la evolución de ese modelo de juego vaya de la mano del máximo ideal del fútbol: competir. El Sevilla no está obligado a ganar, sino a competir. 

PRESIÓN A LA SALIDA DE BALÓN SEVILLISTA

Zidane había visto la pretemporada del Sevilla, qué duda cabe. Es su trabajo. Conoce los defectos en salida de balón, la ausencia de superioridades en línea defensiva, la dificultad de los centrales para dividir la presión mientras avanzan, la falta de apoyos de los interiores en un escalón más bajo y el juego de pies de Sergio Rico. Y ante todas evidencias, el entrenador francés mandó a su equipo a presionar muy arriba. Tan arriba como muestra la siguiente imagen, con Sergio Rico encimado por dos jugadores, los centrales sevillistas muy separados y el Real Madrid con superioridad y ventaja posicional. El Sevilla tenía la pelota, el Madrid los espacios. 


Esa superioridad del Real Madrid generaba contextos muy negativos al Sevilla en salida y profundizaba sobre los defectos del equipo nervionense. Centrales abiertos y mediocentro sin acudir al apoyo. Es como intentar la Lavolpiana y quedarse a medias. 


Quizás Sampaoli lo sabía y por eso apostó por Iborra en el centro del campo, como una posible solución a esos defectos de salida en corto para buscar cambiar la altura de las primeras recepciones. Iborra es una garantía para salir en largo. Pero en la salida en largo también se encuentran dos problemas. El primero es el juego de pies de Sergio Rico. Salir en largo te obliga a ser preciso. Y el segundo es que ninguno de los interiores se acercaba a Iborra para habilitar las recepciones. 

El Sevilla no tiene lanzadores desde atrás. Salvo Pareja, ninguno de sus otros acompañantes es un especialista en el rango de pase. Carriço conduce y conduce pero se siente cómodo con balón y rara vez está acertado en la toma de decisiones. Además de jugadores que batan líneas también faltan apoyos inteligentes. Al Sevilla le faltó escalonamiento, un concepto importantísimo en el juego de posición. Si los posibles receptores se encuentran todos en línea estás facilitando la presión rival y tapándote a ti mismo una línea de pase. 


SEVILLA MUY LINEAL: KIYOTAKE VS HORIZONTALIDAD

Como decíamos un poco más atrás, al Sevilla le faltan pasadores que batan líneas de presión, pero también apoyos inteligentes que produzcan esas líneas abiertas. Se llenó de apoyos horizontales que no giraron al Real Madrid una sola vez. De eso trata todo esto, de conseguir que el equipo rival se desorganice (o más bien desorganizarlo), mire a su propia portería y se consiga encontrar la profundidad que te acerque al gol. 


Kiyotake fue un oxígeno para un equipo que se asfixiaba con balón. El problema es que le faltó constancia -pretemporada- en los apoyos. Y esa situación no era la habitual. El Sevilla seguía lineal y con un juego muy plano y horizontal.


El Sevilla tenía a su doble pivote fijado -con enorme facilidad- y con una distancia entre el primer escalón y el segundo insalvable. Y entre medio, hasta 5 jugadores del Real Madrid. El Sevilla se partía en dos con la pelota y el Madrid se aprovechaba de las circunstancias para asentar su dominio posicional. 



SAMPAOLI ACERCÓ AL MUDO AL ÁREA, EL SEVILLA ADELANTÓ METROS

Lo ha comentado Abel Rojas en su siempre certero análisis en Ecos del Balón. El cambio de Sampaoli de Vietto (se hartó de lanzar apoyos pero nunca lograron conectar con él) por Konoplyanka fue uno de los puntos sobre los que se asienta la mejoría del Sevilla en la segunda mitad. El Sevilla empujó al Madrid a su propia área. Y eso tuvo varios condicionantes. El primero es que Varane y Sergio Ramos tuvieron que retrasar sus posiciones -se sienten mucho menos cómodos cuando defienden en área propia-. El segundo es que Vitolo comenzó a estar activo y metía al Sevilla en campo rival en conducciones. Y el tercero es el Mudo Vázquez, que se acercó al área y juntó a todos.


Esos cambios posicionales generaron desequilibrio en el Real Madrid. El Sevilla se instauró en campo contrario, verticalizó un poco el pase y rotó constantemente en la figura del 9. Los centrales perdían referencia y surgía la imprevisibilidad. El problema es que faltó último pase y un jugador de rupturas constantes a la espalda de esa línea defensiva. 


Es un modelo complejo y la falta de profundidad es un mal endémico en pretemporada en los mejores equipos del mundo -así que imaginaos en aquellos que apenas se están construyendo-. A pesar de eso, se perdió una final frente al Real Madrid por errores puntuales, no por falta de eficacia del sistema -cuyo desarrollo tiene que pulirse muchísimo. Sacar conclusiones a 10 de agosto para un equipo que recién empieza es poco menos que exagerado. Lo realmente importante es que se compite, y que a pesar de todos los errores, el equipo sigue evolucionando. 

1 comentario:

  1. Buenas tardes.
    Es complicado que en menos de 2 meses el Sevilla domine el juego que quiere imponer Sampaoli, y mucho menos cuando el estilo es nuevo para un equipo que ya tenía una manera de jugar.
    Y eso la directiva lo sabe, sino no hubieran tirado al tacho un estilo que les dio títulos para traer un estilo nuevo.

    A final de año se podrá saber con mayor certeza si el Sevilla se adaptó a Sampaoli y si el mismo Sampaoli pudo implementar su fútbol en Europa.

    Sigo mucho el blog, a Sampaoli lo sigo desde el 2003 cuando hizo una notable campaña en el Sport Boys de mi país (Perú).

    Saludos!!

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