ANÁLISIS: EL REAL MADRID DE ZIDANE


Llegó la hora. La pretemporada se echa a un lado y deja paso a la máxima competición. El pentacampeón de Europa League se mide al once veces campeón de la Copa de Europa, el Real Madrid. La falta de ritmo de competición no evitará que podamos disfrutar de un espectáculo único con el fútbol como protagonista y la pelota como nexo comunicativo entre dos formas completamente distintas de entender el juego. 

Que el Real Madrid ganase la Champions League 2015-2016 no es solo fruto del indiscutible azar en sus emparejamientos. A la sombra de esa conclusión apresurada se esconde un equipo con carencias pero que se construye sobre unos principios muy sólidos. El Real Madrid de Zidane no es simplemente un buen puñado de futbolistas, sino una máquina competitiva a la que aún le falta perfeccionarse pero que tiene muy clara su línea de trabajo. Quizás no evoluciona de acuerdo a los parámetros que son habituales en la construcción del modelo, y tiene algunas deficiencias muy marcadas, pero el equipo se está educando en la victoria y ese es el bálsamo del tiempo.

LUKA MODRIC: EL SOSTÉN DEFENSIVO

Parece mentira que podamos colocar como sostén defensivo a un jugador de un perfil tan exageradamente asociativo. Luka Modric se ha convertido, por derecho propio, en el jugador más importante en el sistema de juego del Real Madrid, y no solo por la cantidad de ventajas que es capaz de generar con balón o por las sociedades que se construyen a su alrededor, sino por su talento a la hora de interpretar las zonas a las que debe viajar cuando el Real Madrid transita de ataque a defensa o defiende en posicional. 


En la imagen anterior se observan varios de los conceptos que aplica el Real Madrid en su fase defensiva. Línea defensiva adelantada, preparada para el achique (la baja de Pepe será importante en la lectura del espacio defensivo a la espalda) y muy cerrada. Modric cerrando con Casemiro en doble pivote. La siguiente secuencia de imágenes pertenece a una jugada en la que trascurren a penas unos segundos de una imagen a otra. 

En la primera de ellas, pueden verse a los extremos muy centrados -focalizando su contribución defensiva a las coberturas a banda-, líneas defensivas juntas, una defensa muy alta y proyectada hacia el achique defensivo y a Luka Modric acudiendo a la presión sin descuidar el cierre de una línea de pase a  su espalda -no son menos de 3 veces las que mira hacia detrás, pendiente de la situación del jugador rival-. 



Unos segundos más tardes, una vez que el Bayern ha superado esa primera línea de presión, Luka Modric, y por ende el Real Madrid, pasan de una defensa activa a una reactiva. El croata retrasa varios metros su posición, cerrando como mediocentro e instaurando un doble pivote en fase de defensa organizada. Los extremos permanecen centrados, estableciendo un bloque central que pretende empujar al rival hacia banda para activar el robo lateral. La línea defensiva sigue adelantada y achicando, empujando al rival lejos del área. 


No solo acude a la presión y después cierra para evitar la sangría defensiva, sino que también es capaz de quedarse para que sea Casemiro el que adelante su posición y busque el robo un poco más arriba. 


MARCELO EN CAMPO RIVAL COMPENSA EL PELIGRO DE SU ESPALDA

He visto pocos laterales ser tan protagonistas en una organización colectiva. Daniel Alves, Roberto Carlos y pocos más. Marcelo está en el Olimpo. Su importancia en el Real Madrid traspasa las fronteras de su zona. Las dificultades en salida en corto -el bloque Ramos - Casemiro obliga a mirar hacia arriba- son habitualmente solventadas por su habilidad en el regate y su talento asociativo. 

Al Real Madrid le interesa tener a Marcelo en campo rival, porque exceptuando a Luka Modric, no tiene a otro jugador en la plantilla capaz de absorber tanto volumen de juego -quizás Isco-. Hemos hablado muchas veces de la importancia de tener esos segundos de más la pelota para avanzar. Marcelo es la progresión del juego del Real Madrid cuando fallan las alternativas de pase. Ante sistemas defensivos cerrados, el abrelatas, que no tiene problemas en buscar el regate y superar líneas de presión con una facilidad increíble. 

Su zona de recepción es muy alta, y su capacidad para asociarse suponen una fuente inagotable de oportunidades. 


La conducción y el regate de Marcelo son de primerísimo nivel. Es capaz de solventar situaciones con balón impropias de un lateral. Para el Real Madrid es oxígeno en campo contrario, y gestión increíble de todas y cada una de las relaciones asociativas que nacen en cada jugada, 


Toda esa aportación a nivel organizativo genera un inevitable déficit atrás. Marcelo ni es perfecto ni incombustible. Su espalda suele ser atacada con bastante frecuencia y tiene dificultades enormes para cerrar el segundo palo, una de las vías de perforación que podría aprovechar el Sevilla en su enfrentamiento al Real Madrid. 


ENTRE EL ROMBO INTERIOR Y LAS BANDAS ASIMÉTRICAS

Las ausencias de Cristiano Ronaldo, Gareth Bale o Toni Kroos condicionan enormemente el sistema. Es evidente que todas ellas obligan a cambiarlo todo, y que el Real Madrid que veamos mañana será muy distinto del que veamos en la temporada 2016-2017. Por eso los partidos de pretemporada, al margen de que el ritmo es muy bajo, se han convertido en un punto de partida de nuestro análisis, porque nos han permitido observar cómo juega el Real Madrid con diferentes piezas -además de otros partidos en los que se repiten ausencias como las de Cristiano Ronaldo-. 

Y el rombo interior es un movimiento curioso de la fase ofensiva del Real Madrid, que pretende, entre otras cosas, facilitar la activación de los laterales en campo rival. 


Aunque el rombo interior tiene algo malo, y es que a veces aleja a Luka Modric de la zona de aceleración de la jugada y lo relega a un escalón más abajo. Sin embargo, tal como recoge la imagen, siempre tiene una asociación activa -con Marcelo, en este caso concreto- y cierra como perfil más defensivo -otra muestra más de su importancia en esa fase del juego-. El concepto no es nuevo y se aplica en función de las necesidades y también de las ausencias (Cristiano Ronaldo). 


El comportamiento de las bandas del Real Madrid rezuma una asimetría bastante acentuada, aunque se muevan entre esos dos conceptos. La asimetría lateral genera muchísimas situaciones de ventaja en la banda contraria en la que el extremo está abierto. Lateral + extremo abiertos, sensación de ataque por banda, extremo de banda contraria arrastra hacia dentro -equipo rival basculando a un lado- y producción de aclarado al lateral. En la siguiente imagen vemos cómo Bale y Marcelo abren banda por lado izquierdo, Lucas Vázquez arrastra hacia dentro y aparece un espacio que activa Carvajal en carrera. 


Y esa situación se produce, indistintamente, en ambas bandas y con cierta coordinación. En la siguiente captura es Bale quien centra su posición y Lucas Vázquez abre el campo en banda derecha. El arrastre de Bale habilita a Marcelo un espacio que el lateral brasileño se apresura a activar. Modric, generalmente, es quien gestiona los cambios de orientación con precisión milimétrica.



REAL MADRID: ¿1-4-4-2 ó 1-4-3-3?

Las ausencias obligan a cambiar ciertos patrones colectivos y a buscar nuevas oportunidades de generar juego. Una vez que las bajas de G. Bale, Cristiano Ronaldo, Pepe y Toni Kroos están confirmadas, a lo que se suma la duda de que Karim Benzema pueda jugar de inicio, empiezan a surgir en la cabeza las posibles alternativas. 

De una parte está la idea de que el Real Madrid pueda jugar un 1-4-4-2 con Casemiro y Modric por dentro, Lucas Vázquez e Isco de "extremos" y Morata en punta con Benzema o con la posible incursión de James Rodríguez por detrás del 9. Y de otra, la opción de un 1-4-3-3 con Casemiro, Modric y Kovacic en segunda línea y Lucas Vázquez, Isco y Morata en la última, lo que vería mucho más factible. El Sevilla tiene jugadores lo suficientemente capaces de generar superioridades por dentro, y no puede ni va a pasar inadvertido para el cuerpo técnico del Real Madrid, que bien podría reforzar el carril central con un hombre más, aunque la tendencia en transición defensiva sea la de estrechar el equipo. La mejora en el juego de apoyos de Morata le vendrá genial al Real Madrid para desarrollar ese característico juego asimétrico en banda. 

Sean cuales sean las decisiones, el césped dictará sentencia. Primera prueba de fuego para Sampaoli. ¿Pasará con nota?

1 comentario:

  1. El fútbol está ampliamente desarrollado e influyente en el mundo de hoy, y se considera el deporte número uno del mundo. Creo que es el deporte más atractivo y las tácticas sofisticadas harán que el juego sea más emocionante.

    ResponderEliminar

Con la tecnología de Blogger.