ANÁLISIS HIROSHI KIYOTAKE

Si me preguntan qué es lo que ha podido ver el Sevilla en Kiyotake para acometer su fichaje o cuáles son las características que han llamado la atención sobre él para que la dirección deportiva sevillista cerrara su contratación, la respuesta es sencilla. El perfil de futbolista que muestra Hiroshi encajaba a las mil maravillas con el tipo de mediapunta que gustaba a Unai Emery. 

¿Descarta esto que su acoplamiento y desarrollo en el modelo de juego de Sampaoli no sea factible? Toda vez que el conjunto de Nervión, sabida la salida de su anterior técnico, ha seguido manteniendo el interés en su incorporación, cabe pensar que el nuevo entrenador sevillista ha dado el visto bueno a las condiciones que ofrece el menudo atacante japonés.

El Sevilla, a la vista del análisis sobre el juego y las condiciones técnicas y tácticas de Kiyotake, habría firmado para Unai Emery un jugador muy de su gusto, es decir un ofensivo que no se desvincula de la gestión del juego y que permite un gran desahogo a sus mediocentros. Porque Hiroshi no es un medio centro de carácter organizador, más bien es un mediapunta de esos que ofrecen muchos apoyos y al que gusta participar en el juego tocando muchas veces la pelota.

Queda ver cuál es la utilización que va a darle Sampaoli, que ya manejó un jugador de características no muy diferentes a las de Kiyotake en la figura de Valdivia. Y quizás ahí pueda estar la clave de que el Sevilla haya incorporado al ex del Hannover para la próxima temporada, aún con el cambio de entrenador que se ha producido.


Como todo buen mediapunta de origen asiático uno espera encontrar en ellos una buena calidad técnica. E Hiroshi no decepciona en ello, mostrando, aun siendo diestro, un buen manejo de su pierna izquierda. Es un futbolista de un gran repertorio en las acciones del juego, pero más que un regateador-arte que no rehúsa utilizar si es necesario- su principal virtud es el pase. El dribbling, más que un arma de uso continuado, es un recurso que lleva a cabo cuando no tiene opciones para dar continuidad al juego mediante la conducción o el pase.

Su gama de pases es variada y suele jugar mucho a un toque, sobre todo en las zonas del campo cercanas a su propia portería. En esa parte del campo sus recepciones generalmente son de espaldas, apareciendo para dar un apoyo y ofrecer superioridad numérica frente al rival que presiona. Desahoga en la presión y se mueve para ofrecer una línea de pase adicional y que la ventaja posicional surta efecto.  Le gusta entrar en contacto con el balón y ayudar en la progresión ofensiva desde atrás.

En zonas más avanzadas ofrece un porcentaje de pases más elevado hacia adelante y se apoya en el juego mediante paredes para lograr que el equipo gane altura en el ataque. Su visión de juego para dar el último pase es muy alta y tiene un especial tacto para romper defensas adelantadas si algún compañero le ofrece un desmarque al espacio. De la calidad de sus pases profundos genera bastantes ocasiones de gol.

La otra parte de las situaciones de gol que origina proceden de los centros laterales. Aunque, como veremos más adelante en este análisis, no suele ser un jugador de gran presencia en las bandas, sí que presenta una gran calidad en los balones colgados al área cuando se deja caer por los costados. A eso hay que unirle un gran golpeo en el balón parado, tanto en faltas indirectas o córners y lanzamientos directos a portería. Se puede decir de él que su calidad en los golpeos le convierte en un muy buen lanzador de balón parado, con un centro que cae con mucha fuerza a la altura adecuada para el remate. 

Su gran aval como futbolista es  su visión de juego y calidad en los desplazamientos desde los que produce una gran cantidad de ocasiones de gol. Pasa por ser uno de los jugadores de la Bundesliga que mayor promedio de ocasiones fabricó  por partido la temporada pasada pese a que, como constataremos más adelante, su presencia en el juego no sea constante y haya estado en un equipo que ha descendido de categoría.

Técnicamente presenta un lunar importante en el juego aéreo, derivado de su físico menudo. No es un futbolista al que le gusten los choques pero tiene un buen manejo de su cuerpo para proteger el balón en situaciones de acoso. Aunque, antes de verse demasiado acosado, prefiere dar continuidad al juego pasando a un compañero. Otro aspecto donde se pueden detectar algunas lagunas es en el tema de los controles, quizás porque su concepto de juego es el de dar la máxima continuidad a la jugada y tocar de primeras en situaciones donde los espacios no son elevados. Bajo presión su calidad en los controles del balón se resiente.

Defensivamente tampoco es un futbolista que destaque por su aportación en los robos o recuperaciones, pero en parte se deriva de la libertad que le otorgan sus entrenadores para trabajar poco en la fase defensiva y ser una opción por delante del balón para dar salida al contragolpe. En este aspecto habría que verlo cuando, como pasará con Sampaoli, se vea obligado a no desentenderse de la activación rápida en la presión cuando su equipo pierde la pelota. Es rápido en espacios cortos y eso, con la mentalidad adecuada, es un plus a tener en cuenta a la hora de presionar justo después de la pérdida. 



Hiroshi es un jugador de gran vocación ofensiva pero no de los que juega exclusivamente en el último tercio del campo. Si bien, sus acciones en las cercanías del área rival son las que mejor lo definen, es un futbolista de los que no se desentienden del desarrollo del ataque de su equipo. Pero no por ello podemos decir que sea un organizador del ataque ni un gestor del juego, más bien es un apoyo para facilitar la elaboración del ataque. 

Es un socio para los mediocampistas y un asistente para los atacantes.  Es decir, la función que le hemos visto desarrollar en Hannover es la de nexo o pegamento dentro del equipo desde los más retrasados  que tienen que gestionar la creación y los más adelantados que tienen que finalizar las jugadas.

Es un jugador que se desenvuelve con mayor alegría en el carril central, no por ello dejando de lado eventuales apariciones por banda-aunque estas son generalmente para facilitar el avance cuando juega una pared en zona central-. Le gusta más aparecer por dentro, asociarse, desbordar o asistir desde ahí que correr la banda y centrar o buscar la diagonal a portería. 

Desde el punto de vista táctico destacan en él dos aspectos fundamentales y que lo convierten en un mediapunta algo atípico, demasiado involucrado en la ayuda a sus compañeros más que en las situaciones de gol. Al igual que Ever Banega era un mediocentro de características muy especiales, con capacidad de desborde, y que gustaba de estar siempre presente en el juego saliendo de posición con mucha asiduidad, Kiyotake actúa de una manera no tan natural para ser mediapunta.

El primer aspecto que llama la atención de Hiroshi es el amplio recorrido que tiene en el terreno de juego. Se involucra tanto en la recepción del pase desde la defensa como en la ayuda de la gestión del ataque en zona de creación, para terminar apareciendo en zonas más naturales en un ¨10”, como es de ¾ hacia adelante para asistir o llegar a portería. 

Si bien, es cierto que su modus operandi es diferente en la zona del campo en la que participe. Es un jugador de gran movilidad y buen sentido táctico, sabiendo tomar las decisiones adecuadas en función de la altura de juego. En zonas cercanas a portería propia sus participaciones suelen ser de espaldas, para originar superioridad numérica en la salida de balón. Es posible, incluso, que aparezca por detrás de los mediocentros para ser el receptor del primer pase desde la defensa. Allí ofrece un apoyo y se mueve para ofrecer una línea de pase.

Ya instalado en campo rival, su rango de pases cambia y suelen ser más verticales, buscando ganar profundidad. Igualmente su movilidad es alta y le gusta tener siempre la opción de participar. En esta zona ya suele jugar más de cara a portería, teniendo muy buena orientación para la recepción del pase de un compañero y buena lectura para buscar recepciones libres entre líneas, si es posible.

En la zona final del campo es mucho más agresivo con el pase que sin balón. Tiene una visión de juego bastante potente para encontrar los desmarques de ruptura de los compañeros, gracias  a su movilidad y apoyos y capacidad para encontrar espacios no ocupados por rivales. Sin embargo, Kiyotake, no es un jugador de los que ataque de forma contundente las zonas de remate, prefiere buscar situaciones de segundo palo o zona de rechace. 


El segundo aspecto que destaca en el juego ofensivo de Kiyotake es su ubicación  por detrás de la línea de balón cuando su equipo gana profundidad en el ataque. No es un jugador que destaque por sus desmarques al espacio, todo lo contrario, e incluso cuando el balón alcanza zonas adelantadas del campo, él se ofrece por detrás para otorgar una línea de pase en caso de no poder progresar en el ataque. Todo ello parte de su característica  de juego fundamental, la de entrar en contacto con el balón.

Su fútbol no es de aprovechamiento de los espacios a la espalda de la defensa rival, es de búsqueda de apoyos y de posiciones entre líneas. Y cuando el juego avanza prefiere ver todo de cara para, desde ahí buscar, asociarse con un compañero o asistir con un pase profundo al delantero. Como decíamos con anterioridad, su agresividad ofensiva radica fundamentalmente en el pase y no en la llegada o la carrera a la zona de remate.

Esta temporada lo hemos visto partir de una posición de delantero en defensa en un 1-4-4-2


Y a la vez, cuando su equipo estaba ya asentado con la posesión del balón en campo rival, tirarse muchos metros atrás para tomar parte del ataque desde el pase, sin atacar la zona de remate de manera asidua. 


Liviano, móvil, preciso en el último pase, ayudante en la gestión del juego y con calidad en los desplazamientos y el balón parado, debe crecer en tener una mayor consistencia en el juego y en agresividad defensiva. Pero viendo que Sampaoli será su entrenador, el técnico le va a poner las condiciones propicias para que evolucione en los aspectos que menos domina. Jugar en un equipo, como se presupone que será el Sevilla, agresivo tras la pérdida y dominante y con carácter vertical en el juego ofensivo le deben llevar a completarse  como futbolista y ser de gran ayuda para la temporada que arranca en el cuadro de Nervión.

Su adaptación a estos dos aspectos del juego capitales para su nuevo entrenador serán principalmente los que vayan a marcar su rendimiento como sevillista. Si acepta el reto de crecer en ellos, cualidades tiene para ser un jugador bastante utilizado por Sampaoli y para gustar a su nueva afición. 

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